La humanidad ha estado volando en el espacio durante los últimos 50 años, pero aún seguimos confinados en un único planeta: la Tierra.Sólo se necesitaron ocho años para pasar de no tener humanos en el espacio al primer hombre en la Luna, ¿por qué aún no han colonizado Marte y otros mundos los humanos? ¿O al menos la Luna?
“El plan de la NASA en 1969 era tener una misión humana en Marte para 1981, una base permanente lunar en la década de 1980 y base permanente en Marte en 1988”, dice Robert Zubrin, presidente y fundador de Mars Society.
Los viajes interplanetarios humanos suponen un desafío científico y tecnológico definido. Se tendría que lidiar con los rigores del viaje –problemas de alimentación, agua y oxígeno–, los efectos deletéreos de la microgravedad, potenciales peligros tales como el fuego y la radiación y el hecho de que cualquier astronauta estaría a millones de kilómetros de cualquier ayuda y confinado durante años. Aterrizar, trabajar, vivir y retornar de otro planeta ofrecerían también una gran cantidad de desafíos.
Exploración espacial versus política
Aun así, la principal razón por la que la gente aún no ha viajado más allá de la órbita de la Luna es mayormente política.
La era del vuelo espacial humano empezó el 12 de abril de 1961, cuando la Unión Soviética impactó a todo el mundo lanzando al cosmonauta Yuri Gagarin, el primer hombre en el espacio, a la órbita de la Tierra. En esa época, estábamos en planeta carrera espacial, con los Estados Unidos y la Unión Soviética trabajando para hacer aterrizar por primera vez a un humano en la Luna. Esa carrera terminó con el histórico lanzamiento del Apollo XI, que llevó a los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la superficie lunar el 20 de julio de 1969.
“La Guerra Fría ha terminado”, dice Bill Nye, director ejecutivo de la Planetary Society.
En los primeros días del vuelo espacial humano, los Estados Unidos y la Unión Soviética estaban inmersos en la Guerra Fría, una lucha a vida o muerte que espoleó la carrera espacial por el control del terreno elevado definitivo.
Desde entonces, no obstante, “hemos sufrido un gran problema de liderazgo político en este país en lo que se refiere a vuelo espacial humano”, dice Zubrin. “Sería como si Colón volviese de América y Fernando e Isabel dijeran, ¿Y qué?”.
Una cuestión de voluntad
Aunque “se puede hablar para siempre sobre los problemas técnicos, sólo son falacias”, comenta Zubrin. “Se puede hablar sobre el riesgo de la exposición a radiación en el espacio durante años, pero los cosmonautas ya han recibido una dosis de rayos cósmicos mayor en la Estación Espacial Internacional y la Mir. Esta no es una cuestión de desafíos técnicos – es una cuestión de voluntad”.
“Se puede decir que es arriesgado, pero imagina todos los riesgos a los que se enfrentó el vuelo humano espacial en sus inicios”, comenta Zubrin. “Cuando Kennedy dio su discurso en mayo de 1961 sobre poner un hombre en la Luna, teníamos 15 minutos de experiencia en vuelo espacial humano, y aun así fuimos”.
“Mi tío desembarcó en la playa de Normandía”, dice Zubrin. “No retrasaron el desembarco hasta saber que era seguro. Si vas a esperar a ir a Marte cuando sea seguro, nunca iremos”.
El objetivo ahora “es lograr que la gente se dé cuenta del valor del vuelo espacial humano”, dice Nye. “Cuando exploramos con robots, hacemos descubrimientos, pero no tan rápido como cuando va gente, y no de una forma tan atractiva”.
“Éste es realmente un desafío de quiénes somos, qué tipo de gente somos”, dice Zubrin. “¿Estamos preparados para aceptar los desafíos y abrazar el riesgo? ¿O finalmente abandonaremos nuestro papel como nación de pioneros?
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