Arqueólogos peruanos encontraron en el complejo de la ciudad de Caral, considerada la más antigua de América, una nueva estatuilla que se suma a las dos encontradas ya esta año, informó hoy el diario El Comercio.
Esta pequeña estatua de arcilla, que se suma a las más 150 de entre cinco y once centímetros halladas en el sitio arqueológico desde el inicio del actual proyecto arqueológico en 1994, permiten conocer el estilo de vida que tenían los habitantes de la ciudad de Caral hace 5.000 años.
Se trata de un personaje masculino de alto rango social, y que fue colocado como ofrenda durante el proceso de enterramiento de una de las plataformas del edificio piramidal La Huanca, en un tradicional ritual que esta cultura realizaba cuando consideraba que su civilización había alcanzado una nueva etapa.
Esta evolución o cambio a nivel político, social o religioso se expresaba en la construcción de un nuevo nivel en la pirámide, y en el que el anterior no se destruía, sino que servía de cimiento para el siguiente.
“Marcaban así un nuevo inicio, pero honrando el período anterior; no olvidaban lo hecho antes”, explicó al diario Ruth Shady, directora del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe.
La nueva estatuilla, que fue hallada esta misma semana, presenta una de sus piernas mutiladas, algo habitual en el resto de piezas encontradas y que en opinión de los expertos simboliza un sacrificio humano ofrecido antes del cierre de un recinto para iniciar la construcción del nuevo.
Shady destacó, además, la importancia de este tipo de hallazgos, ya que permite conocer detalles del estilo de vida de los pobladores de Caral, como la vestimenta o el tipo de peinados tradicionales.
La estatua descubierta recientemente es la tercera que los arqueólogos desentierran este año, luego de que encontraran una similar en el sector La Cantera (en ese caso representando una mujer) y otra en La Galería (una figura masculina sin cabeza).
“Al parecer no hubo distinción de género. Indistintamente se colocaba la estatuilla de una mujer o de un hombre en las construcciones a modo de ofrenda, simbolizando sacrificios humanos”, explicó la directora del proyecto arqueológico.
La ciudad de Caral fue declarada en 2009 patrimonio mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Según datos del equipo arqueológico que trabaja en la zona, en 2009 unas 48.000 personas conocieron “in situ” la realidad de Caral, ubicada en el valle del río Supe, a unos 180 kilómetros al norte de Lima, mientras que sólo hasta mayo de 2010, la cifra ha crecido hasta las 61.000.
Fuente:
El País