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14 de junio de 2010

Sudáfrica 2010: El Mundial más contaminante de la historia

Lunes, 14 de junio de 2010

Sudáfrica 2010: El Mundial más contaminante de la historia

El Mundial de las 2,7 millones de toneladas de CO2

Debido al consumo de energía de los estadios y el transporte o a la masiva llegada de aficionados, la Copa del Mundo de fútbol de Sudáfrica será el evento deportivo más contaminante de la historia. Generará tanto CO2 como el que generaría la producción de más de mil millones de hamburguesas, cuatro veces más que el Mundial de Alemania de 2006 y dos más que los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008


Este viernes, 11 de junio de 2010, comienza el Mundial de Fútbol, un acontecimiento que paralizará el mundo. Durante este mes de junio no existirá la crisis. Ni el paro. Ni el vertido de crudo de BP. Ni las matanzas de ballenas en Japón. Cualquier noticia, por importante que sea, quedará aparcada cuando comience a rodar el balón, quizá el único objeto capaz de narcotizar durante varias semanas a más de la mitad de la población del planeta.

Para los aficionados al fútbol no hay acontecimiento más grande que un Mundial. Es la única oportunidad de ver al mismo tiempo y en el mismo lugar a los mejores futbolistas del planeta. Pero alrededor de la Copa del Mundo hay más que fútbol: construcción de infraestructuras, desaforado consumismo, desplazamientos… lo que genera una importante huella ecológica que suele pasar totalmente inadvertida. Para que esto no suceda en Sudáfrica las autoridades responsables del turismo de ese país, en colaboración con la embajada de Noruega, realizaron un estudio al respecto que arrojó unos resultados demoledores: el Mundial generará 2,7 millones de toneladas de CO2.

La cifra es la misma que generaría la producción de más de mil millones de hamburguesas, ocho veces superior a la producida en el Mundial de Alemania de 2006 y dos veces mayor que la generada en los Juegos Olímpicos de Pekín. El transporte será el responsable del 67% del total de las emisiones, ya que Sudáfrica no cuenta con medios de transporte eficientes, lo que obligará a las selecciones y a los aficionados a utilizar el avión y los coches para desplazarse (sólo el viaje de ida y vuelta de la selección mexicana de su país a Sudáfrica producirá 102 toneladas de CO2 como refleja el vídeo que encabeza estas líneas). El consumo de energía en los estadios (como el Moses Mabhida de la ciudad de Durban que aparece en la imagen que abre este reportaje) y en los centros de hospedaje de equipos e hinchas supone buena parte del 33% de las emisiones restantes.

El ‘pasaporte verde’ y otras iniciativas para cuidar el medio ambiente
El Mundial no será un espectáculo precisamente ecológico. Y eso que la FIFA ha promovido iniciativas para disminuir la huella ecológica del campeonato con la colaboración del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Departamento Sudafricano de Asuntos Ambientales (DEA). La principal incluye tres proyectos ‘verdes’: el fomento de las energías renovables en seis ciudades sede del Mundial, una unidad de sensibilización sobre el turismo verde (ambos financiados por el FMAM), y un programa del PNUMA para compensar las emisiones de carbono de los once equipos de la Copa Mundial.
Asimismo, en Sudáfrica se ha apostado por la instalación de semáforos, farolas y vallas publicitarias alimentados por energía solar y se ha realizado un folleto denominado ‘Pasaporte verde’ de 32 páginas repleto de consejos e información ecológica sobre el turismo responsable que se distribuirá a los 100.000 espectadores de la Copa del Mundo.

Estas iniciativas, sin embargo, apenas minimizarán la profunda huella ecológica de un torneo tan espectacular como poco ecológico.

Fuente:

EcoDez

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