Domingo, 27 de junio de 2010
Puente tejido inca reclama su legadoEl puente colgante Q’eswachaca, ubicado en la provincia de Canas, en Cuzco, Perú, espera ser incluido en la lista de sitios declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad que prepara la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
Se encuentra a 13.000 pies de altura sobre las aguas del río Apurimac y fue alguna vez parte de la red de puentes tejidos en la época del Imperio Inca.
Cada segunda semana del mes de junio es tejido y tendido nuevamente, proceso en el que intervienen cuatro comunidades del distrito de Quehue.
El Instituto Nacional de Cultural (INC) de Perú lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación el 5 de agosto de 2009, y ahora se encuentra realizando un trabajo minucioso de investigación y registro para presentarlo próximamente ante la Unesco, con el fin de declararlo Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Aunque el puente no es necesario como vía de comunicación, ya que existe un puente moderno cercano para cruzar el río Apurimac, se trata de una costumbre ancestral que podría desaparecer.
El trabajo de renovación anual es un medio de comunicación y cohesión social entre las comunidades y además constituye una parte fundamental en la conformación de la identidad cultural de las comunidades peruanas.
Por esta razón es que "debe ser inscrito como candidato en la lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad", le dijo a BBC Mundo Soledad Mujica, Directora de Registro y Estudio de la Cultura en el Perú Contemporáneo, del Instituto Nacional de Cultura (INC).
Materiales únicos
El Q’eswachaka es el único puente realizado exclusivamente con fibras vegetales existentes en los Andes.
Sus sogas, al estar hechas de fibras de hierbas, se deterioran rápidamente y es por ésta razón que alrededor de mil personas de comunidades locales lo reconstruyen.
Mujica además afirmó que es único en su tipo, se basa en conocimientos tecnológicos prehispánicos y es parte fundamental en la conformación de la identidad cultural y organización de las comunidades andinas.
La fecha límite de presentación de la candidatura ante la Unesco es el próximo 31 de agosto. Posteriormente, la organización realizará un proceso de selección que dura 15 meses.
Tradición ancestral
El Q’eswachaca es un puente colgante elaborado con ichú.
El puente se ha mantenido desde hace 600 años, la época incaica, gracias a la reconstrucción anual que llevan a cabo las comunidades locales: Chaupibanda, Choccayhua, Ccollana y Winch’iri, a través de un sistema de origen prehispánico que permite la construcción de obras a nivel intercomunal.
El proceso de reconstrucción del puente - de 28 metros de largo y 1.20 metros de ancho - se inicia una semana antes, primero con la recolección del ichú y luego con la elaboración de las sogas de distinto grosor y resistencia.
Durante los días de elaboración mujeres, hombres, y niños de 800 familias participan a tiempo completo para acabar éste trabajo.
Cada familia debe preparar 40 brazadas de soga de golla ichú para obtener la cantidad necesaria para tejer el puente.
Legado inca
Este puente forma parte de la red de caminos incaicos, hoy denominada Qhapaq Ñan, que unía todo el Tahuantinsuyo.
Los conocimientos ligados a la renovación del puente Q’eswachaka se han transmitido y se transmiten de forma oral, de generación en generación.
La actividad se realiza siguiendo un sistema de trabajo denominado minka, de origen precolombino. Con ésta técnica los andinos, además de reconstruir el puente, realizan grandes trabajos comunales como la cosecha de ciertos productos, el mantenimiento de andenes o la renovación de canales de irrigación.
Este increíble puente honra y sigue manteniendo con vida el legado que la civilización Inca le dejó a la colectividad.