MADRID.- Un equipo de investigadores norteamericanos ha estudiado las deposiciones de hollín y otras sustancias en el Ártico; así como sus efectos en el clima regional a lo largo de los dos últimos siglos.
En su opinión, esas deposiciones tuvieron consecuencias muy notables sobre el calentamiento de la región. Un artículo que resume su trabajo ha sido publicado en 'Science'.
La investigación cubre un período de 215 años, desde 1788 hasta 2002; es decir, comienza con la misma Revolución Industrial que, convencionalmente, se sitúa en los últimos decenios del siglo XVIII. Según los investigadores el período en el que se produjo la mayor deposición de hollín sobre suelo ártico fue el comprendido entre los años 1850 y 1951, con un máximo en 1906/10.
Según los cálculos ofrecidos por los investigadores, en el período 1850-1951 las deposiciones de hollín doblaron a las del período anterior 1788-1849 y -casi- al del período posterior 1952-2002.
El máximo de toda la serie fue 1908, cuando las deposiciones fueron diez veces mayores a la media del período preindustrial. De forma paralela, en esos años el calentamiento de los hielos del Ártico por esta causa fue ocho veces mayor que en dicho período.
El hollín genera un efecto de calentamiento sobre el hielo porque, al ser oscuro, absorbe los rayos solares. Según las investigaciones del grupo, este efecto pudo haber provocado un temprano derretimiento del hielo ártico.
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