¡Pongan sangre en su motor! (I)
Campañas de intoxicación.
En el Salón de la Agricultura 2007, una parte del pasillo 2 fue transformada en ¡salón del automóvil! Todos estaban allí, Peugeot, Ford, Renault, etc., con grandes globos terráqueos que colgaban del techo y unas pequeñas flores pintadas sobre las puertas de los carros. Enternecedor: clamaban alto y fuerte que van a salvar el planeta con el etanol y los aceites de colza…
Vuelan los grandes eslóganes: biodisel, biocarburante, oro verde, carburante verdes, “El carburante que ve la vida en verde” ... La edición especial Ford de los ‘Cuadernos del Automóvil’ dice en su portada “Bio-carburantes”, Bio teniendo 7,5 cm. de alto y carburantes sólo 1,5 cm. de alto: las grandes trampas de la semántica para adormecer
el pueblo. La misma revista en su página 7 anuncia “el bio en 40 preguntas”. ¿Cuál “bio”? ¿Es una nueva abreviación para “biocarburante”? Más gruesa es la intoxicación, más fácilmente se traga ¿Para qué molestarse? *Nota: en Francia, el termino “bio” es una abreviación de “biológico”, utilizado por la agricultura “orgánica”.
Las 40 cuestiones conciernen los agro-carburantes y descubrimos que el etanol no se bebe (¡ningún riesgo de aumentar el alcoholismo en este país!), que la utilización de los pesticidas está bajando desde hace 10 años (¡Como lo demuestra el aumento de casos de cáncer!) y que la baguette de pan no va a aumentar de precio! Cierto es que
si la baguette aumentara de 160 %* como la tortilla en México, los Franceses saldrían a la calle. ¡Es mejor no tocar a la baguette! *Nota: en México, el precio de la tortilla –equivalente del baguette para el pueblo Mexicano- subió de $ 3.00 el kilo en Diciembre 2006 a $ 8.00 mínimo actualmente.
Descubrimos también que los carburantes vegetales no han sido desarrollados antes porque “el contexto económico, político, energético, no estaba hasta ahora favorable”. En claro, porque los petroleros aún no lo habían decidido. Pero el contexto político evolucionó. Hasta un candidato presidenciable propone en Francia una “pastilla azul”, azul como la Tierra (Claro, vista desde muy alto, sino es menos azul) para favorecer los vehículos al “ biocarburante” con una pequeña rebaja al peaje y estacionamientos gratuitos. ¡Muy simpático todo eso!
La atribución del término “bio” para los necrocarburantes a pesar de todo gana terreno rápidamente. Esto nos recuerdo el síndrome de los yoghurts de Danone. Encontramos en Internet publicidades de Volvo “Volvo hará deporte bio” o para Ford “Ford y Europcar andan por el bio!” o para Saab “300 caballos ecológicos”. Ciertos carros
funcionando con carburante vegetal hasta tienen la mención “bio” pintada en su carrocería.
Es el golpe de gracia para la agricultura organica, sin contar que la presión de los lobbys en Bruselas busca imponer una agricultura organica de “segunda generación” con una pincelada de pesticidas por aquí y una mediapincelada de quimeras genéticas por allá. Los cuadernos de carga del agro-bio están en paso de ser cuadernos de
descarga. ¡Tápense la nariz!
La industria del automóvil se vanagloria hasta al asco de una sobrepuja de eslóganes de color verde. Saab enaltece uno de sus carros con el siguiente logo: “Las fuerzas de la naturaleza siempre tendrán la necesidad de expresarse.¡Liberémoslas!” Koenigsegg presenta un carro como “su flor de potente tallo”. Los rallys ya son “bios”. Los carros y
los neumáticos “ecolos”. Los carros se vuelven “limpios”. Es la “pasión verde”. Etc.
Inversión de los valores. Pérdida de significado. Doble lenguaje. Derivas semánticas.
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