Una cruzada internacional
El cóndor regresa a los Andes
Por: Jorge Zavaleta (especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación: 08/04/2007
El Cóndor, ave mítica y legendaria de los pueblos latinoamericanos, retornó a los andes, empezando por el Valle Urubamba donde en los tiempos del Incanato, fue reconocido como el Dios la Montaña. Los peligros de su extinción comienzan a superarse, gracias a un programa de redoblamiento en el cual participan diversas instituciones científicas y los propios gobiernos de Italia, Austria y Perú. Se ha iniciando una fase importante en la ciencia para la conservación de una ave símbolo de América Latina.
Austria, a través del Centro de Biología de Viena y el Instituto Konrad Lorenz (nombre del Premio Nobel 1973, conocido como el padre de la etología moderna, ciencia que estudia el comportamiento de los animales), viene auspiciando diversas investigaciones para proteger los halcones, águilas, grúas siberianas y cóndores, entre otras especies.
Hace 18 años una pareja de cóndores fue llevada de Sudamérica a Viena. El macho, procedente de Machu Picchu, y la hembra del altiplano boliviano. En la capital austríaca la pareja vive en cautiverio, conservando su capacidad reproductiva. Los cóndores son longevos, con un promedio de 70 años, con 50 de fertilidad, pero sólo produciendo entre uno a dos huevos por cada par de años.
El retorno de la simiente. La Expedición Wings of Condor es responsabilidad de Metamorfosis, un equipo de expertos, liderado por Angelo D’Arrigo, un apasionado profesor de ciencias y del arte del volar.
D´Arrigo, cuya trágica muerte se produjo el 26 de marzo del año pasado, creó en el Cusco el primer programa de repoblamiento de cóndores en el Perú. Inca y Maya, la pareja de cóndores nacidos en Europa, gozan de buena salud y son parte esencial del proyecto de protección y conservación de esta especie amenazada.
El eje principal del proyecto es el Valle del Urubamba, con el apoyo de la Fundación D´Arrigo, la Asociación Kallpa y la Universidad cusqueña San Antonio de Abad. Con la muerte de D´Arrigo no se ha interrumpido el soñado proyecto. Laura Mancuso, viuda del D`Arrigo en coordinación con un equipo técnico de la Universidad San Antonio de Abad, dirigido por Miguel Ayala Calderón, han sido los principales promotores para que Inca y Maya, con la participación de la National Geografic, llegaran al Cusco, cinco meses después de la desaparición del padre del proyecto.
El ingreso al Perú de Inca y Maya fue una odisea. El proceso de internamiento tuvo dificultades con la administración pública. El Servicio Nacional de Sanidad Animal, en el proceso de la cuarentena, tuvo dificultades técnicas, inclusive para extraer sangre a esas aves, perjudicando la realización de los vuelos de práctica de los cóndores. Senasa ahora es un aliado del proyecto.
El primer vuelo de liberación de Inca y Maya, en el distrito cusqueño de Maras, fue un acontecimiento internacional para admirar a las aves y el parapente diseñado por D`Arrigo, que simula las alas de un cóndor andino. La National Geographic y Cambio16 registraron las escenas.
El propósito del proyecto es educar a la población estudiantil y el entorno sobre el cuidado de los cóndores para su inserción a la vida natural. En una siguiente etapa, mostrar a los turistas las aves en vuelo, construir un observatorio especial y un Centro de Reproducción de Cóndores.
El proyecto Inca y Maya ha logrado sensibilizar a la población del Cusco y otras regiones. Se han realizado decenas de vuelos controlados en las alturas del Sagrado de los Incas, causando la admiración de la ciudadanía, ambientalistas y científicos.
La crianza de cóndores en semi cautiverio se está convirtiendo en una nueva alternativa de recuperar la especie y su articulación a las actividades económicas, como instrumento en beneficio de las comunidades campesinas. Este proyecto fue presentado a la UNESCO por Angelo D`Arrigo, lo que posibilitó su exportación al Perú y su expectante desarrollo, siguiendo antecedentes de los científicos Noel Snayder en la recuperación del cóndor californiano y Mike Weallace con los cóndores en el desierto peruano de Sechura.
La Asociación Kallpa considera que el Congreso debe declarar intangibles las zonas de vida de los cóndores a fin de garantizar la protección natural con la ayuda activa de los municipios locales.
Más conocimiento
Según la observan los zootecnistas cusqueños, los cóndores toman baños cada 5 a 6 días, como un hábito. Les gusta bañarse en cochas, en espejos de agua retenidos y no en aguas corrientes. Los cóndores diferencian los colores. Por lo general el rojo es el más impactante. En el caso de Maya e Inca, ellos, después del ejercicio de vuelo, regresan donde está la bandera roja y no a la negra y blanca que están cerca. El control de sus vuelos de práctica de Maya e Inca se facilitará con el uso del Micro Chip y rastreador, que aún la Universidad cusqueña no cuenta.
Estas aves tienen un olfato fino, respecto a la existencia de carroña. Inicialmente Inca y Maya comieron carne normal, luego carroña andina suave, como menudencias de cuyes, patos gallina, palomas y perdices, fetos de caballos, de perros. Paralelamente han aprendido a consumir agua en lavadores, simulando que son fuentes naturales.
La vida de D'Arrigo
El piloto de ala delta y ornitólogo italiano Angelo D'Arrigo, conocido como el 'hombre cóndor', murió el 28 de marzo del 2006 en Sicilia al estrellarse su avión. D'Arrigo, de 45 años, participaba en una exhibición de vuelo y se estrelló junto con el piloto Giulio De Marchis a bordo de un avión ultraligero Sky Arrow de dos plazas en las cercanías del pueblo de Cosimo, en el sur de Sicilia, en un olivar.
Darrigo voló con una bandada de grullas salvajes del Círculo Polar al Mar Caspio sobrevolando Siberia. Logró sobrevolar el Everest, el pico más alto del mundo, a una altura de 9.000 metros y con 50 grados bajo cero. Planeó sobre el Aconcagua y batió su propio récord mundial de altura, alcanzando los 9.100 metros. Su próximo proyecto era volar en la Antártida, sobre el monte Vinson. Para ello estaba trabajando en la construcción de un ala tecnológica que le permitiera atravesar esa zona fría con ayuda de la energía solar.
En los últimos años D'Arrigo se dedicó a estudiar al cóndor, cuyo hábitat natural es el Aconcagua, en la región andina de Sudamérica, hasta que completó exitosamente su misión sobre esa cumbre, a comienzos deL 2006.
Según sus propias palabras, perseguía objetivos 'naturalistas y científicos', con la reintroducción del cóndor en la naturaleza, ya que como último paso de este proyecto liberó tres cóndores que se estaban criando en Italia.
'El sueño de la humanidad fue siempre volar con grandes alas. Yo ahora lo realicé y se lo dedico a los pioneros de la aviación, al experto Leonardo Da Vinci y a los hermanos Wright, que fueron los primeros en volar', subrayó.
Fuente:
Argen Press