Científicos británicos descubren, por primera vez, una variante genética que explica algunos casos de obesidad Los individuos con dos copias tienen un 70% más de riesgo de ganar peso
David Ruipérez / C. Maza
La prevalencia de esta variante en los europeos es de un 40 por ciento |
Madrid- Muchas de las personas que son obesas se han preguntado alguna vez en su vida por qué ganan más peso que otras si comen lo mismo y mantienen un ritmo de vida similar. Un grupo de científicos parece haber encontrado la respuesta al gran dilema al identificar, por primera vez, una «variante particular» de un gen denominado FTO.
En un estudio, patrocinado por «Wellcome Trust» (la fundación más importante de Reino Unido dedicada a la investigación médica), los expertos han demostrado que las personas que presentan una copia de esta variante tienen un 30 por ciento más de posibilidades de ser obesas que aquellas que no la tienen. En los individuos con dos copias, el riesgo aumenta hasta un 70 por ciento y pesan, como media, tres kilos más que los que no cuentan con este gen.
Mark McCarthy, del Centro de Diabetes de Oxford y uno de los autores de la investigación, aseguró a LA RAZÓN que los resultados de este trabajo son muy importantes, pero ni mucho menos explicas por sí solos todo el problema. «Hay otros muchos factores. Mucha gente con dos copias de la variante está delgada y hay otros que no la tienen y presentan un peso es excesivo», afirma. La prevalencia de una sola copia en los europeos, según McCarthy, es de un 40 por ciento y alrededor de un 16 en el caso de dos. En Asia y en África, el riesgo de presentar la variante es mucho más bajo: un 17 y un 33 por ciento respectivamente.
De acuerdo con el investigador, estas personas tienen que realizar un trabajo mayor que el resto para mantener su peso adecuado. Sin embargo, y aunque es «relativamente sencillo» detectar el gen, el experto considera que aún es demasiado pronto para recomendar a estos individuos «tratamientos diferentes» a la hora de adelgazar.
El gen FTO fue descubierto mientras el grupo de científicos investigaban una parte del ADN de enfermos de diabetes tipo 2. Durante el estudio, encontraron que el riesgo de desarrollar esta patología aumentaba hasta en un 25 por ciento en los pacientes que tenían una copia de esta variante genética y un 50 por ciento cuando había dos copias. «Aún no sabemos cuál es el papel exacto del gen FTO en la obesidad, pero, sin duda, nuestras conclusiones son de gran importancia», afirma McCarthy. «Por el hecho de encontrar este eslabón genético debería ser posible mejorar nuestro entendimiento sobre las personas obesas y todas las implicaciones asociadas que presentan, como la diabetes o problemas cardíacos», explica el experto.
El estudio, cuyas conclusiones han sido publicadas en la revista especializada «Science», fue realizado con una muestra de 5.000 pacientes que presentaban diabetes y aproximadamente 37.000 personas sanas de Reino Unido, un país donde la mitad de los hombres y el 30 por ciento de las mujeres son catalogadas de obesos.
En un estudio, patrocinado por «Wellcome Trust» (la fundación más importante de Reino Unido dedicada a la investigación médica), los expertos han demostrado que las personas que presentan una copia de esta variante tienen un 30 por ciento más de posibilidades de ser obesas que aquellas que no la tienen. En los individuos con dos copias, el riesgo aumenta hasta un 70 por ciento y pesan, como media, tres kilos más que los que no cuentan con este gen.
Mark McCarthy, del Centro de Diabetes de Oxford y uno de los autores de la investigación, aseguró a LA RAZÓN que los resultados de este trabajo son muy importantes, pero ni mucho menos explicas por sí solos todo el problema. «Hay otros muchos factores. Mucha gente con dos copias de la variante está delgada y hay otros que no la tienen y presentan un peso es excesivo», afirma. La prevalencia de una sola copia en los europeos, según McCarthy, es de un 40 por ciento y alrededor de un 16 en el caso de dos. En Asia y en África, el riesgo de presentar la variante es mucho más bajo: un 17 y un 33 por ciento respectivamente.
De acuerdo con el investigador, estas personas tienen que realizar un trabajo mayor que el resto para mantener su peso adecuado. Sin embargo, y aunque es «relativamente sencillo» detectar el gen, el experto considera que aún es demasiado pronto para recomendar a estos individuos «tratamientos diferentes» a la hora de adelgazar.
El gen FTO fue descubierto mientras el grupo de científicos investigaban una parte del ADN de enfermos de diabetes tipo 2. Durante el estudio, encontraron que el riesgo de desarrollar esta patología aumentaba hasta en un 25 por ciento en los pacientes que tenían una copia de esta variante genética y un 50 por ciento cuando había dos copias. «Aún no sabemos cuál es el papel exacto del gen FTO en la obesidad, pero, sin duda, nuestras conclusiones son de gran importancia», afirma McCarthy. «Por el hecho de encontrar este eslabón genético debería ser posible mejorar nuestro entendimiento sobre las personas obesas y todas las implicaciones asociadas que presentan, como la diabetes o problemas cardíacos», explica el experto.
El estudio, cuyas conclusiones han sido publicadas en la revista especializada «Science», fue realizado con una muestra de 5.000 pacientes que presentaban diabetes y aproximadamente 37.000 personas sanas de Reino Unido, un país donde la mitad de los hombres y el 30 por ciento de las mujeres son catalogadas de obesos.
Fuente:
Diario "La Razón" (España)