GEOLOGÍA Tectónica de placas
Rocas antiquísimas de Groenlandia indican movimiento de continentes
M. RUIZ DE ELVIRA - Madrid - 28/03/2007
Unas rocas situadas a plena vista en una zona de Groenlandia muy estudiada por los geólogos han sido identificadas como los restos más primitivos del movimiento a gran escala de la corteza terrestre, con una antigüedad de 3.800 millones de años. Su importancia radica en que indican que el movimiento de las placas que forman los continentes, la tectónica de placas, es un fenómeno mucho más antiguo de lo que se creía hasta ahora.
En la actualidad, señala la revista Science (donde se publica el resultado de la investigación), se forma nuevo suelo en el fondo del mar, del magma que surge en las cordilleras submarinas, que se extiende al tiempo que se enfría y eventualmente vuelve a las profundidades terrestres por el proceso de subducción. También se puede formar en este proceso, cuando el borde de la placa que se hunde queda por encima de la placa estacionaria.
Calor sobrante
Los investigadores no sabían hasta ahora si la Tierra se libraba de su calor sobrante en los primeros tiempos de su historia (se formó hace 4.500 millones de años), cuando estaba mucho más caliente que ahora, con un mecanismo diferente. El nuevo descubrimiento "indica que el mecanismo actual de la tectónica de placas estaba ya en funcionamiento muy poco después de la formación de la Tierra", en palabras del geólogo Yildirim Dilek, de la Universidad de Miami (EE UU).
El equipo que propone esta interpretación para un área de 12 kilómetros de largo en el sureste de Groenlandia, dentro del llamado Cinturón de Isua, señala que se trata de las rocas intactas más antiguas de la Tierra. Se formaron en el suelo del océano que existía entonces allí. Los geólogos llaman ofiolitas a estas formaciones, que representan la creación de nueva corteza terrestre y ahora están en tierra firme. En España se han identificado formaciones semejantes en Andalucía, en la serranía de Ronda. Hasta ahora, la ofiolita más antigua descubierta tenía una antigüedad de 2.500 millones de años.
Las rocas de Isua coinciden con la época en que pudo surgir la vida sobre la Tierra. De hecho, los investigadores, de seis países diferentes, buscaban signos de vida primitiva (microfósi-les) en las rocas cuando llegaron allí en 2006. Ahora creen haber encontrado la corteza oceánica más antigua, y se basan tanto en su forma y composición geoquímica como en la proporción isotópica del oxígeno que contienen.
Fuente:
El País - Futuro