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3 de agosto de 2015

Barack Obama: 'Somos la última generación capaz de frenar el cambio climático'

Fue una casualidad. Pero una casualidad con 'retranca'. A las 9 menos 13 minutos de la mañana, hora de Washington, Alpha Natural Resources, la segunda minera de carbón más grande de Estados Unidos, suspendía pagos. A las 2 y cuarto de la tarde, en la Casa Blanca, Barak Obama anunciaba el primer plan del país para reducir -en lugar de limitar- las emisiones de gases que provocan el calentamiento de la atmósfera y el mar.





Obama lo hizo sobre un fondo de una imagen recientemente divulgada por la NASA de la Tierra en el espacio. "Solo tenemos una casa. No hay un 'Plan B'", dijo el presidente de EEUU. Su objetivo es que las emisiones de las plantas de generación eléctrica de ese país sean en 2030 un 32% inferiores a lo que eran en 2005. Para ello, los estados deberán presentar planes en el otoño de 2016 con el objetivo de lograr ese objetivo, aunque las reducciones no deberán empezar hasta 2022. 


Ese 32% suena a mucho. Y lo es. Pero también es cierto que es menos de lo que parece. De ahí procedieron las críticas de las organizaciones ecologistas, que acusaron al presidente de hacer muy poco y muy tarde.

La clave es que la combinación de la recesión de 2007-2009, la mejora tecnológica, las regulaciones que Obama lleva poniendo en práctica desde que llegó a la Casa Blanca en 2009 y la explosión del gas natural obtenido por medio del controvertido método del 'fracking', o fracturación hidráulica, han reducido de forma drástica las emisiones de CO2 de las térmicas.

Según los propios datos de la Agencia de Protección del medio Ambiente (EPA, según sus siglas en inglés) de EEUU, la generación eléctrica produjo en 2014 2.043 millones de toneladas métricas de CO2. Eso es mucho. Pero hay que tener en cuenta que en el año 2005, que es el que Obama ha usado como base, su producción de CO2 fue de 2.415 millones de toneladas métricas. O sea, que las térmicas estadounidenses producen un 17% menos que en 2005.

Si se miran las cosas así, el recorte es más modesto. Porque lo que supone un 32% con relación a 2005, se queda en un 20% si se compara con el año pasado. El otro 12% ya ha caído solo. O sea, que en lugar de recortar las emisiones en 772.000 millones de toneladas anuales, Obama solo quiere que éstas caigan en 400.000. Eso significa que en 2030 las centrales eléctricas estadounidenses deberán emitir la quinta parte menos de CO2 que están lanzando a la atmósfera ahora. Claro que de cara a un titular, el 32% es siempre más impresionante.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia
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