Algunos de los aspirantes a vivir en Marte, con el proyecto Mars One, han contado sus historias en el documental independiente 'One way astronaut' La película, de 54 minutos, es un producto de estudios de Tetteroo medios.
Peter Tetteroo, el productor de este proyecto que no cuenta con el respaldo ni la colaboración de ninguna agencia espacial, ha señalado que Mars One es "un concepto innovador de alto valor periodístico". A su juicio, el interés mundial por esta misión marciana es "revelador" sobre "las inquietudes de la sociedad actual y sobre cuáles son sus esperanzas".
Stephan, Sara, Henri y Beatriz, son los aspirantes que participan en el video y que, como los miles que han presentado su solicitud, están dispuestos a pasar el resto de su vida en el planeta rojo. También participa en el proyecto el creador de esta iniciativa, Bas Lansdorp, que explica las primeras etapas del proyecto, así como expertos espaciales que responden a algunas preguntas sobre los riesgos a los que tendrán que hacer frente los astronautas.
"Este documental es una película que refleja la vida misma. Refleja la inquebrantable dedicación y el sentido de propósito que se encuentran en los voluntarios que se han presentado. Deberían verlo aquellos que se preguntan quién dejaría todo atrás para irse a un planeta nuevo", ha señalado Lansdorp.
Serán 24 las personas que viajarán en el proyecto Mars One al espacio, después de pasar por duras pruebas para comprobar su capacidad. La compañía se ha comprometido a construir en los diez próximos años una colonia habitable y sostenible, diseñada para recibir nuevos astronautas cada dos años. Además, ha explicado que, para ellos, ha desarrollado "un plan preciso y realista basado enteramente en tecnologías existentes".
"Es viable tanto de manera económica como logística, gracias a la suma de proveedores y expertos en exploración del espacio que ya existen", argumenta en la web. De hecho, 'Mars One' evalúa el coste del primer vuelo en torno a 6.000 millones de dólares. Cada uno de los viajes posteriores, una vez cada dos años, costaría 4.000 millones de dólares.
Según ha explicado, "la idea es financiar el grueso del proyecto con la venta de derechos de transmisión de un 'reality show' que empezará a emitirse ya en la etapa de selección y podría convertirse en el mayor evento mediático a escala global".
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