Aunque
es cierto que los hijos de personas con rentas altas suelen acabar
teniendo también importantes ingresos económicos, un estudio publicado
en Journal of Political Economy indica que el dinero no lo es todo. Otros factores como la inteligencia, los buenos consejos, la ética en el trabajo o el nivel educativo de los progenitores son más importantes a la hora de determinar el éxito de los hijos.
"Sabemos que hay relación entre los ingresos de los padres
y los de los hijos", ha explicado David Sims, autor del estudio y
profesor de la Universidad de Brigham Young (EEUU). "Pero se ha prestado
menos atención al mecanismo. Queríamos analizar si la
relación está asociada al dinero en sí, es decir, a lo que podemos
comprar a nuestros hijos, o a otros valores intangibles que se
transmiten de padres a hijos".
Para separar estos dos factores, los investigadores seleccionaron padres con similares valores de `capital humano´: inteligencia,
nivel educativo, formación profesional especializada, etc. Sin embargo,
algunos residían en zonas con alto desarrollo económico y tenían
ingresos más altos, mientras que otros eran menos afortunados y vivían
en zonas con menos posibilidades por lo que, a pesar del gran potencial
en términos de capital humano, tenían rentas más bajas.
Si el dinero es lo único que determina el éxito de los hijos, entonces
las personas con padres de mayores ingresos deberían cobrar más también.
Sin embargo, los resultados mostraron que no había diferencias entre unos y otros,
es decir, que a pesar de las diferencias económicas, los hijos de
padres inteligentes, con alto nivel educativo y demás atributos
intangibles tenían rentas altas. "Para los hombres de nuestra base de
datos, el capital humano transmitido de padres a hijos tiene una gran
importancia en la relación intergeneracional de ingresos globales", ha
indicado Sims.
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