Martes, 06 de octubre de 2009
Nobel de Medicina a los padres de la telomerasa, la enzima de la juventud celular
El galardón recae sobre una australiana, una estadounidense y un británico
Sus trabajos han permitido relacionar el envejecimieno con patologías como el cáncer
El Premio Nobel de Medicina 2009, que concede el Instituto Karolinska de Estocolmo, ha recaído este año en los descubridores de los telómeros y la enzima telomerasa. El jurado ha valorado los trabajos de Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak, en este campo cuyas implicaciones afectan tanto al proceso del envejecimiento como del cáncer.
Los telómeros son una estructura que protege el extremo de los cromosomas humanos y los protege del proceso de envejecimiento, es decir, se encargan de dar estabilidad a los cromosomas.
A medida que las células se van dividiendo, los telómeros (del griego 'telos', final; y 'meros', parte) se van acortando, algo que, por ejemplo, las células cancerosas contrarrestan produciendo una enzima denominada telomerasa, que les permite seguir sobreviviendo.
"Los descubrimientos de Blackburn, Greider y Szostak han añadido una nueva dimensión para la comprensión de la célula, han arrojado luz sobre los mecanismos de enfermedades y han estimulado el desarrollo de potenciales nuevas terapias", ha destacado sobre ellos el Instituto Karolinska.
Se da la circunstancia de que los científicos que descubrieron su existencia allá por los años 30, Hermann Joseph Muller y Barbara McClintock, también recibieron el premio Nobel, aunque por motivos diferentes de éste.
Aunque no fue hasta varias décadas después cuando Greider, entonces estudiante de doctorado, y su tutora, Blackburn, descubrieron la enzima telomerasa. A partir de ese hallazgo, Szostak identificó células de levadura con mutaciones que provocaban una reducción gradual de los telómeros, mientras Blackburn hizo mutaciones en el ARN (ácido ribonucleico) de la telomerasa y observó efectos similares en la tetrahymena (un tipo de protozoo), informa EFE. "La enzima telomerasa es un mecanismo básico para la vida", explica María Blasco, directora de Oncología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y especialista en este mismo campo. "No hay vida sin telomerasa, porque se encarga de mantener a la célula joven. Pero al mismo tiempo, esto que no es malo por sí mismo, también le permite mantener joven a una célula mutada, como lo son las tumorales".
Algunos investigadores comparan los telómeros con los extremos de los cordones de zapatos, el plástico que evita que se deshilachen, hasta que, con el uso, lentamente se van gastando y acortando.
Perfil de los premiados
Greider (a la derecha) y Blackburn. (Foto: AP)
Los tres premiados, cuyos nombres llevan años sonando en las quinielas para el Nobel, tienen pasaporte estadounidense, aunque son nacidos en Tasmania, California y Londres, respectivamente.
Una de las premiadas, Elisabeth Blackburn (nacida en 1948 en Tasmania, Australia) es profesora de Bioquímica de la Universidad de California, en San Francisco (EEUU). Fue elegida por la revista 'Time' dentro de sus listados anuales de las 100 personas más influyentes del mundo. En 2006 ganó el Premio Albert Lasker de Investigación Médica Básica junto a otro de los ahora premiados (Szostak) y ya en 2007 sonó como una de las candidatas a llevarse el Nobel.
Carol W. Greider (California, 1961), de la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), ha trabajado estrechamente con Elizabeth H. Blackburn, una de sus maestras. Se licenció en la Universidad de California (Berkeley), donde comenzó sus trabajos de investigación en 1984. El día de Navidad de ese mismo año, Greider identificó una nueva enzima, la telomerasa, que era responsable del mantenimiento cromosómico.
Por su parte, el único de los varones en la terna de premiados, el británico Jack Szostak (nacido en Londres en 1952), es considerado uno de los líderes en el campo de los estudios genéticos desde su laboratorio en el Instituto Howard Hughes de EEUU.
Quinielas
El año pasado los laureados fueron tres científicos seleccionados por su contribución en el descubrimiento de dos virus: el del VIH y el del papiloma humano.
El Karolinska tuvo en cuenta hace ahora un año los trabajos de los franceses Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi por el descubrimiento "del virus de la inmunodeficiencia humana" (VIH), así como al alemán Harald zur Hausen, cuya elección fue algo más polémica por tratarse del descubridor del papilomavirus, cuyas vacunas han generado amplios beneficios a varias compañías farmacéuticas.
Antes que ellos, en la ilustre lista del Nobel de Medicina figuran Mario Capecchi, Oliver Smithies y Sir Martin Evans, por sus trabajos con ratones de laboratorio; Andrew Fire y Craig Mello, descubridores del ARN de interferencia; o Barry Marshall y Robin Warren, los 'padres' de la principal bacteria intestinal, el Helicobacter.
Fuentes: