Martes 07 de abril de 2009
¿Quién es Mario Bunge?
Mario Augusto Bunge es un físico, filósofo de la ciencia y humanista argentino; destacado defensor del realismo científico y de la filosofía exacta. Es conocido por expresar públicamente su postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluye al psicoanálisis, la homeopatía y la microeconomía neoclásica (u ortodoxa), además de sus contundentes críticas contra corrientes filosóficas como el existencialismo, la fenomenología, el posmodernismo, la hermenéutica y el feminismo filosófico.Bunge nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919. Interesado en la filosofía de la física, Bunge comenzó sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata, graduándose con un doctorado en ciencias físico-matemáticas en 1952. El tema de su tesis doctoral versó sobre Cinemática del electrón relativista.
Allí, y en la Universidad de Buenos Aires, fue profesor de física teórica y filosofía desde 1956 hasta 1963 cuando, insatisfecho con el clima político de su país, tomó la decisión de emigrar.
Por unos pocos años enseñó en universidades de México, EE. UU. y Alemania. Finalmente, en 1966 se instaló en Montreal (Canadá), donde enseña en la Universidad McGill desde entonces, ocupando la cátedra Frothingam de lógica y metafísica (es Frothingham Professor of Logic and Metaphysics).
Tal vez su obra más importante sean los ocho tomos de su Tratado de filosofía (Treatise on Basic Philosophy), pero se trata de un autor enormemente prolífico que, tras exponer sus posiciones generales en el Tratado, ha ido publicando en forma regular las aplicaciones de su filosofía a diversas ciencias, tanto naturales como sociales.
Mario Bunge estuvo en el Perú hace pocos días y brindó esta entrevista exclusiva a la agncia de noticias Andina. Cabe indicar que Andina es una agencia oficial, tal vez note usted el sesgo en las preguntas que formulan al filósofo:
Usted ha opinado de Mario Vargas Llosa que le gusta la manera de escribir pero no le convence.
- Yo soy gran admirador de Vargas Llosa el novelista. Pero soy gran crítico de Vargas Llosa el ensayista, porque creo que no conoce la realidad social del Perú.
Usted le criticaba su persistencia en el liberalismo.
- Pero acaba de hacer una crisis tremenda por la falta de controles. Le han permitido a las empresas hacer lo que quieran, incluso suicidarse.
¿Considera que el problema es asumir al liberalismo como verdad absoluta antes que como ideología?
- Sí, es verdad. Ya en los años 90 hizo crisis el Consenso de Washington. Eso ha ocasionado que algunos países elijan a gobiernos de izquierda o presunta izquierda, de centro.
¿La ideología impide llegar a la realidad?
- En efecto, porque son ideas preconcebidas. Algunos cuando intentan aproximarse a la realidad echan mano a recetas, es un simplismo puro. Nunca hacen casos de los datos o de las ciencias sociales. Salvo el caso del liberalismo que se aferra a una teoría económica que no tiene que ver con la realidad.
Es que la economía no es una ciencia exacta.
- No. Hablan de libremercado y nunca lo ha habido. Siempre fueron monopolios u oligopolios. Además, una cosa es la libertad del empresario y otra la del trabajador. No son iguales. En Estados Unidos sólo el 7 por ciento está afiliado en sindicatos, pero afines de la Segunda Guerra era el 50 por ciento. Las empresas no quieren gente sindicalizada. Quieren personas serviles, no quieren trabajadores con ideas propias, quieren máquinas.
¿Considera que es un reto del periodismo informar lo real y no filtrarlo con la ideología?
- Sí, así es. Pero el deber del periodista es primero averiguar la verdad, lo segundo es decirlo. Pero cuando hay intereses creados es muy difícil decirla.
¿El público puede llegar a conocer la realidad a través de los medios?
- Muy poco, porque el público no tiene acceso a las publicaciones especializadas. Por ejemplo, hace un año o dos un panel de expertos de todo el mundo evaluaron las políticas del Banco Mundial. Encontraron que los estudios de este ente eran muy buenos, muy objetivos, pero que las políticas del Banco Mundial no respondían a estos estudios sino a una ideología neoliberal. Pero esto no llega al gran público.
¿El liberalismo se ha vuelto casi una religión?
- Sí, exactamente. Son falsos dioses. Esta crisis es producto de esos falsos dioses.
Cambiando de tema, ¿de qué nace su aversión al psicoanálisis?
- Es que son puros mitos, puros cuentos. Nunca se ha visto un sicoanalista haciendo experimentos, ni a Freud. Las ciencias que se estudian hechos se hacen experimentos. La sicología hace experimentos hace siglo y medio. Los psicoanalistas no estudian ciencia, estudian fantasías.
¿Se puede hacer una analogía entre la crítica que tiene contra el psicoanálisis y el liberalismo económico?
- Sí, cómo no. Por ejemplo, el neoliberalismo repsa sobre el dogma de que todos los seres humanos son egoístas. Por doscientos se ha repetido la idea sin ponerla en prueba. Hace unos años se probó con un grupo de gente, y resultó que sólo la tercera parte responde a estas características.
Fuente:
Agencia Andina