Eso. Si es pegamento… se tendría que pegar ¿no?
Se tendría que pegar en el tubo, en el bote o donde quiera que venga envasado. Pero no lo hace. Espera pacientemente a que volvamos a desenroscar el tapón, lo utilicemos y volvamos a taparlo hasta que de nuevo lo volvamos a necesitar.
Pero a todos nos ha pasado (y si no es que lo has usado poco) encontrarnos que, tras el uso, el tapón se ha pegado a la rosca o que la parte más superficial se ha solidificado; mientras que el resto de pegamento se mantiene como siempre.
Y eso ha pasado porque no se ha cerrado correctamente el tubo o el bote. De lo que se deduce que el contacto con el aire tiene la culpa.
Efectivamente, el pegamento solamente se endurece y realiza su función de pegado cuando entra en contacto con el aire. Y en su envase no se pega porque no hay aire en su interior o hay muy poco.
¿Y qué hace el aire? ¿airea?
En aquellos pegamentos disueltos en agua, como la cola, o en otros disolventes más potentes, como el pegamento Imedio, el aire permite que se evapore el agua o el agente disolvente que contienen, quedando únicamente el agente adhesivo solidificado. Son adhesivos por evaporación.
En otro tipo de pegamentos, los cianocrilatos, pegamentos rápidos como el SuperGlue, el proceso es diferente. Éstos se endurecen y adhieren al entrar en contacto con el hidrógeno. Los monómeros de cianocrilato polimerizan al hidrogenarse con el vapor de agua contenido en el aire. Son adhesivos por polimerización.
Nota sabionda: Para eliminar el pegamento de cianocrilato de los dedos, utilizar un algodón empapado en quitaesmalte de uñas.
Nota sabionda: Para que no se pegue el tapón del tubo de pegamento una vez abierto, basta con untar con una gota de aceite de oliva el cuello del tubo.
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