Alicia es la última de doce hermanos. Su padre falleció a los 90 años, en 2008, y su madre en abril cumplirá un siglo de vida. “Veo en varios de los productores a mi padre”, se emociona la ingeniera que lleva en la sangre su dedicación por el maíz morado.
-¿Su padre influenció para que usted sea agrónoma?
No
exactamente, pero sí se sentía orgulloso de tener a su hija ingeniera. Y
yo quise ser ingeniera. Cuando terminé el colegio en Trujillo, volví a
Cajamarca, donde pregunté por la ingeniería más importante que había y
me dijeron que era Civil. Pensé en esa opción, pero me decidí por
Agronomía.
-¿Por qué?
Me pareció una carrera competitiva, interesante. Luego pensé en la seguridad alimentaria. Creo que tomé la decisión acertada.
-¿Cómo se da su acercamiento al maíz morado?
Terminando
los estudios en la universidad tuve la oportunidad de conocer al doctor
Luis Narro León, quien en ese momento era el líder nacional del
Programa de Maíz del INIA y me dio la oportunidad de hacer la tesis.
Hice una investigación sobre el maíz amiláceo en general, que son todos
los maíces suaves, los que se utilizan para el consumo de las personas y
que en su composición tienen el 80% de almidón.
-¿Pero por qué se dedicó finalmente al maíz morado?
Antes
de especializarme trabajé con los maíces amiláceos en general:
choclero, canchero y maíz negro. A partir del año 2011 tuve la
oportunidad de conocer Japón y luego trabajar con un equipo de expertos
japoneses en Cajamarca. Iniciamos un proyecto donde se le dio más
importancia al maíz morado, no por su producción sino por su color
(contenido de antocianinas). Vimos la característica del color en la
panca (lo que envuelve la mazorca del maíz). En 2013 se hizo una
investigación para determinar la cantidad de antocianina que tiene esa
variedad. Y la cantidad de antocianina de la panca era superior a la de
la tusa (coronta). Eso nos daba opción de poder comercializar ambas
partes. Luego concursé a unos fondos del Banco Mundial y del Banco
Interamericano de Desarrollo. Propuse un estudio de seis variedades de
maíz morado en siete pisos altitudinales. Gané el proyecto y pude
desarrollar la investigación que me permitió determinar la que tiene más
pigmento natural entre las seis variedades (una de Ayacucho, otra de la
U. Agraria, el Canteño y tres variedades de Cajamarca), y es la INIA
601, que es una variedad mejorada.
-¿Por qué es importante la antocianina?
Porque
es un potente antioxidante, es un producto que previene varios tipos de
cáncer, como el de colon. También está indicado para la presión alta y
el colesterol malo. Además, el maíz morado o maíz negro es peruano, no
hay en otros países.