Es lo que precisamente explica un estudio realizado en 1960 por AT&T y titulado "Human Factors Engineering Studies of the Design and Use of Pushbutton Telephone Sets". Aquel informe evaluaba posibles alternativas en ese objetivo de sustituir el famoso dial de marcación por teclas, y lo cierto es que hoy en día podríamos haber acabado con teclados de lo más dispares.
El teclado de los teléfonos pudo ser muy distinto
Los empleados de Bell Telephone Laboratories idearon diversas disposiciones para sustituir al disco de marcar tradicional y realizaron diversas pruebas para evaluar su eficiencia, usabilidad y validez entre un grupo de usuarios voluntarios para esas pruebas. De hecho incluso esos voluntarios fueron preguntados por sus preferencias en el diseño de esos teclados.El resultado de las pruebas demostró que los usuarios no lo tenían nada claro: sus preferencias finales solían distar mucho de los diseños que ellos habían propuesto, lo que dejaba claro que muchos no tenían idea de qué disposición podría ser más cómoda y funcionar mejor. Una cosa es el prototipado y otra muy distinta las pruebas, que midieron la velocidad de marcado, la precisión, y cómo mejoraban con el tiempo.
En esas pruebas hubo dieciséis diseños iniciales de los que partir, de los cuales acabaron filtrándose cinco "finalistas". Lo curioso del caso es que de esos cinco diseños finales ninguno destacó especialmente: tras repetir las pruebas una y otra vez todos se comportaban de forma bastante similar.
Para elegir la disposición final se tomaron en cuenta otros parámetros, y en concreto los de diseño: al cambiar el tamaño de los botones este era por ejemplo el más "escalable", mientras que otros diseños como los dos basados en dos filas o dos columnas se descartaron simplemente porque no gustaban tanto.
Curioso: hoy podríamos estar marcando teléfonos con un teclado numérico muy distinto. Resulta también extraño comprobar cómo los diseñadores de calculadoras de los años 1950 habían elegido de forma arbitraria una disposición con la numeración inversa ¿No hubiera sido más fácil mantener la coherencia en ambos casos?
Fuente:
Xataka Ciencia