Los hámsters son conocidos habitualmente por ser esos simpáticos roedores que generalmente se encuentran corriendo en una rueda, aunque también son conocidas otras costumbres menos simpáticas de ellos, como que se comen a sus crías.
Estos roedores provienen de la vida salvaje y por lo tanto tienen en su información genética la necesidad de movimiento constante, relacionada con las actividades propias durante esta vida salvaje: escapar de otros animales predadores, buscar comida o excavar sus madrigueras.
Por eso, para saber por qué los hámsters corren en la rueda, basta con conocer más acerca de su vida salvaje.
Los hámsters salvajes
Como animales domésticos, los hámsters necesitan mantenerse saludables y activos, y para eso necesitan nuestra ayuda. Vivir encerrados en una jaula no es algo que resulte muy natural para estos animales curiosos y activos, que necesitan ejercicio y movimiento, por lo que les resulta muy aburrido estar en cautiverio.Los hámsters poseen la capacidad de trasladarse rápidamente debido a que esto puede ser la diferencia entre la vida y la muerte en el entorno salvaje. Los armiños, los visones, los zorros, las aves de presa, perros y gatos domésticos e inclusos los hombres pueden ser predadores de hámsters, por lo que necesitan tener agilidad y rapidez para evitar el peligro.
Buscar comida, naturalmente, es otra de las preocupaciones esenciales
para un hámster en la vida salvaje. Para esto, los hámsters deben
viajar varios kilómetros cada noche. Su dieta omnívora consiste en
semillas, granos, frutas, vegetales e insectos. Cuando están en
cautiverio, toda su comida le es servida, por lo que deben buscar otra
forma de mantenerse en movimiento.
En la vida salvaje, en lugar de jaulas, los hámsters viven en madrigueras muy elaboradas y con distintas separaciones que sirven a distintos propósitos, ya sea para dormir o comer. Cada hoyo en el que viven los hámsters tiene varias entradas que deben ser excavadas, mientras que en la vida doméstica, los hámsters utilizan esa energía para correr en la rueda.
Se pueden implementar otras áreas para que la mascota se ejercite o realice actividades, siempre que sea un lugar seguro y cercado. Una buena opción para mantener al hámster en movimiento y ocupado en distintas actividades es disponer de un área con algunos obstáculos para que se mueva en la bola y que estos funcionen como estímulos.
Si nunca tuvieron un hámster como mascota, ahora pueden aprovechar para conseguir uno y explicarle a todo invitado su comportamiento proveniente de la vida salvaje.
Fuente:
Ojo Científico
En la vida salvaje, en lugar de jaulas, los hámsters viven en madrigueras muy elaboradas y con distintas separaciones que sirven a distintos propósitos, ya sea para dormir o comer. Cada hoyo en el que viven los hámsters tiene varias entradas que deben ser excavadas, mientras que en la vida doméstica, los hámsters utilizan esa energía para correr en la rueda.
En cautiverio
Los hámsters domésticos pueden ejercitarse en una rueda sólida y sin rayos dentro de la jaula. Además, en muchas tiendas de mascotas se pueden obtener bolas rodantes que permiten que el animal se mueva fuera de la jaula. Se recomienda que el hámster no utilice la rueda por más de 15 minutos (aunque menos si es un día caluroso) y si utiliza la bola rodante conviene que sea supervisado.Se pueden implementar otras áreas para que la mascota se ejercite o realice actividades, siempre que sea un lugar seguro y cercado. Una buena opción para mantener al hámster en movimiento y ocupado en distintas actividades es disponer de un área con algunos obstáculos para que se mueva en la bola y que estos funcionen como estímulos.
Si nunca tuvieron un hámster como mascota, ahora pueden aprovechar para conseguir uno y explicarle a todo invitado su comportamiento proveniente de la vida salvaje.
Fuente:
Ojo Científico