Trafigura, empresa de transporte radicada en Holanda y con oficinas en Londres (Reino Unido) y otros países, pagó a una compañía marfileña que estaba recién formada para que vertiera los desperdicios alrededor del puerto de Abidján, capital del país africano.
Al menos 100.000 personas tuvieron que acudir al hospital para recibir tratamiento médico a causa de los componentes tóxicos.
Los activistas de ambas organizaciones argumentan que las autoridades británicas y holandesas no fueron capaces de evitar el vertido ni de hacer que la empresa Trafigura asumiera su responsabilidad.
Por su parte, la compañía rechaza haber actuado incorrectamente, asegura que el informe contiene imprecisiones significativas e interpretaciones erróneas, y considera que simplifica las cuestiones legales.
Fuente:
BBC Ciencia
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