Digamos que el bajo eléctrico se creó en la década de 1940 para
disponer de un contrabajo más manejable. Y no solo por el tamaño, sino
por la técnica de digitación y por las posibilidades de amplificarlo.
Con el nuevo tamaño del bajo y la posición en que se colocaba, permitía
colgárselo como una guitarra y tocarlo de modo parecido. Y con las
pastillas eléctricas que se le instalaban, se ahorraban la caja de
resonancia. Por lo demás, tienen la misma afinación y cumple la misma
función.
Y los dejampos con 20 famosas introducciones de rock... ¡con bajo eléctrico!
Hasta la próxima amigos Prof. Leonardo Sánchez Coello leonardo.sanchez.coello@gmail.com