Los trirremes eran naves de guerra que aparecieron
por primera vez en Jonia y se convirtieron en el buque de guerra
dominante en el mar Mediterráneo desde finales del siglo VI a.C. hasta
el siglo IV a. C., y posteriormente, debido a su efectividad, bajo el
Imperio romano hasta el siglo IV. Estos barcos fueron los responsables
de la hegemonía de la marina ateniense durante el siglo V a.C. tras la
victoria en la batalla naval de Salamina frente a los persas de Jerjes.
Los trirremes eran barcos de unos 35 metros de eslora (largo) y unos 4
metros de manga (ancho), con una o dos velas, según la época, y 170
remeros en total situados en tres filas y a distintas alturas. Las velas
se utilizaban para navegar y los remeros tenían especial protagonismo
durante las batallas. Éstos, en su mayoría, eran hombres libres que
recibían un salario y un especial entrenamiento para seguir un ritmo
constante y acompasado. La tripulación completa de un trirreme podía
estar compuesta por el capitán, una docena de marineros y oficiales,
otra docena de soldados o arqueros y 170 remeros distribuidos de la
siguiente forma a cada uno de los lados:
- 31 en la parte superior (los mejor pagados ya que el ángulo de inclinación del remo obligaba a realizar mayor esfuerzo)
- 27 en la parte intermedia
- 27 en la parte baja (a pocos centímetros de la línea de flotación)
Los estrategas de Atenas dejaron a un lado los enfrentamientos cuerpo
a cuerpo – por eso los trirremes apenas tenían soldados – y se
centraron en embestir y hundir a los barcos enemigos. Para ello,
equiparon sus trirremes con un espolón de bronce o hierro situado como
una prolongación de la proa por debajo de la línea de flotación. Pero
todo esto también lo tenían, por ejemplo, los persas en Salamina;
entonces, ¿qué tenían que los hizo dominar el mar durante un siglo?
El Hyperesion (una especie de cojín de boga)
El hyperesion es una especie de cojín hecho de piel
de animal engrasada y que los remeros se ponían a modo de culera. En
lugar de estar sentado fijo, con este simple paño el remero se desplaza a
largo del asiento, encogiendo y estirando las piernas como en el remo
deportivo hoy en día, alargando el recorrido del remo y aumentando la
eficacia de cada palada. De esta forma podían navegar más rápido que sus
oponentes y, lo que es más importante, virar bruscamente para atacar
el costado y embestir a las barcos enemigos. Parece ser que el inventor
fue Temístocles, el estratega de Salamina.
Fuentes e imágenes: Ciencia y Técnica en el Mundo Griego – Álvaro G. Vitores Glez., El trirreme griego, Modelismo Naval
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