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16 de octubre de 2018

La parodia de los Nobel premia a un médico japonés que se hizo una colonoscopia a sí mismo

Los premios Ig Nobel, los galardones más gamberros de la ciencia, premiaron en su 28ª edición al doctor japonés Akira Horiuchi por describir en un informe médico la colonoscopia que se realizó a sí mismo (solo el dibujo ilustrativo merece la pena). "En nuestra experiencia personal, la autocolonoscopia demostró ser no solo posible sino también simple y eficiente", concluyó Horiuchi en su trabajo, que ha merecido el galardón en la categoría de Educación Médica. "El hecho de que la colonoscopia fue sorprendentemente fácil con el paciente en posición sentada sugiere que se justifican estudios para comparar posiciones sentadas versus supinas con endoscopios diferentes", añadía el médico. Este premio, en el que el científico es el sujeto de estudio, recuerda al premiado en 2015 por picarse con abejas por todo el cuerpo, incluido el pene, para probar dónde era más doloroso.

Como casi cada año, España ha vuelto a destacar en los premios más reconocidos y menos prestigiosos de la ciencia mundial. Algo así como los Nobel de coña, los Ig Nobel se entregan cada año en Harvard entre risas y premian los trabajos científicos más hilarantes. En esta ocasión, los españoles galardonados con el Ig Nobel de la Paz han sido un grupo de investigadores de tráfico de la Universidad de Valencia por "medir la frecuencia, la motivación y los efectos de gritar e insultar al conducir un automóvil". Así, España aumenta la ventaja de sus premios de broma frente a los Nobel reales.

El premio de Medicina fue para dos investigadores de EE UU que estudiaron el uso de montañas rusas para tratar de acelerar la expulsión de cálculos renales. Su conclusión, tras usar un modelo 20 veces en Florida, en la atracción Big Mountain de Disneyworld, fue que el asiento trasero de la montaña rusa es el lugar que más ayuda. La idea no era del todo ridícula: en su estudio, los investigadores señalan que decidieron estudiarlo después de que un número notable de pacientes asegurara haber expulsado el cálculo tras subir precisamente a esa atracción. En concreto, uno de ellos decidió repetir después de expulsar una piedra nada más bajar... y expulsó una segunda piedra. Como dicen siempre en estos premios, son estudios que "primero te hacen reír y luego pensar".

La categoría de Antropología fue para un equipo internacional por recoger evidencias, en un zoológico, de que los chimpancés imitan a los humanos con la misma frecuencia y con tanto acierto como los humanos imitan a los chimpancés.

El Ig Nobel de Biología fue para un grupo de varios países que mostró cómo los expertos catadores de vino eran capaces de detectar la presencia de una mosca en la copa de vino únicamente por el olor.

El Ig Nobel de Literatura se lo llevó un trabajo de expertos en diseño industrial que documentaron que la mayoría de la gente que usa productos complicados no lee el manual de instrucciones.

En Economía, el premio fue para unos especialistas de universidades de EE UU y Canadá que estudiaron si es efectivo para los empleados apuñalar muñecos de vudú para tomar represalias contra los jefes explotadores. El resultado fue que, cuando los empleados se vengan contra un muñeco que representa al jefe, la sensación de injusticia se mitiga.

El artículo completo en: El Mundo (Ciencia)
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