El cable BRUSA conecta Brasil con EE. UU., y su tecnología de fibra permite cuadruplicar la velocidad de transmisión de datos.
João vive en Río de Janeiro y chatea habitualmente con Kelly, que
vive en Virginia Beach. Algún día a ambos les gustaría verse en persona.
Kelly ha propuesto una visita al Monte Trashmore, pero João prefiere
compartir un día increíble en la playa de Copacabana. Aunque, por el
momento, internet es la única vía que les une.
Dentro de muy poco, la relación entre João y Kelly será más estrecha
todavía. Cada vez que se envíen un mensaje, la información tardará 99
milisegundos en llegar. Y la tecnología que hará esto posible se llama BRUSA, el cable submarino que une EE. UU. y Brasil de Telxius, la compañía de infraestructuras de Telefónica.
João vive en Río de Janeiro y chatea habitualmente con Kelly, que
vive en Virginia Beach. Algún día a ambos les gustaría verse en persona.
Kelly ha propuesto una visita al Monte Trashmore, pero João prefiere
compartir un día increíble en la playa de Copacabana. Aunque, por el
momento, internet es la única vía que les une.
Dentro de muy poco, la relación entre João y Kelly será más estrecha
todavía. Cada vez que se envíen un mensaje, la información tardará 99
milisegundos en llegar. Y la tecnología que hará esto posible se llama BRUSA, el cable submarino que une EE. UU. y Brasil de Telxius, la compañía de infraestructuras de Telefónica.
El 99% de los datos que enviamos y descargamos diariamente en todo el
mundo ya viajan a través de cables situados en la profundidad del mar.
Tanto es así, que la longitud de todos los cables submarinos que existen sería suficiente para cubrir 3 veces la distancia de la Tierra a la Luna, unos 1.100.000 kilómetros, tal como describe Telefónica en Telefónica Onlife. Increíble, ¿verdad?
BRUSA tiene una importancia fundamental en la conectividad de las Américas.
Este cable, por sí mismo, mide más de 11.400 km de largo. Y, ¿por qué
Virginia Beach y Río de Janeiro? La localización de estos puntos de
unión no es casual. Rafael Sgrott Martins, Country Manager Brazil de Telxius Cable,
lo explica: “Río de Janeiro es una salida natural, una ciudad costera
con la que podemos interconectar el cable submarino a los puntos de
mayor concentración”. Por su parte, “Virginia está a 300 kilómetros de
Ashburn y al lado de Washington DC, y en esas dos ciudades existe una
enorme concentración de ‘data center’”.
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