Derribar barreras físicas, eliminar
requisitos y papeleo y facilitar el amplio acceso a la información que
generamos: esos son los pilares del movimiento que promueve el
conocimiento abierto, una tendencia que suma cada vez más iniciativas y
que apunta a convertirse en un motor importante para la economía de
muchos países.
Los datos juegan un papel importantísimo
en la educación y no es sorpresa que sea ésta una de las áreas que más
puede beneficiarse con la apertura del conocimiento. Solamente
en Estados Unidos, la apertura de conocimiento en el sector educativo
representa una oportunidad de negocio cercana al billón de dólares al año.
Tomando esto en cuenta, te mostramos seis
proyectos que nos muestran el inmenso potencial que tienen las
plataformas de conocimiento abierto para abordar problemas complejos en
el sector educativo:
- CIMA
El Centro de Información para la Mejora de los Aprendizajes (CIMA)
es el portal de Estadísticas Educativas del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). Esta innovadora plataforma presenta 40 indicadores
comparables entre sistemas educativos de América Latina y el Caribe e
incluye perfiles nacionales para visualizar el panorama educativo en
cada país. De esta manera, con su uso se ayuda a promover el diseño e
implementación de políticas educativas efectivas basadas en la evidencia
y que contribuyan a mejorar la calidad de los aprendizajes en la
región.
- Open Text Book
Open Text Book
es una iniciativa nacida en Estados Unidos que propone el acceso libre y
gratuito a los contenidos de los libros de texto, aprovechando la
flexibilidad de las licencias de la plataforma Creative Commons. Este
movimiento comenzó a tomar forma en 2010 y ha tenido un fuerte impacto
en las universidades americanas. Según algunos estudios, en algunos
casos, se han logrado tasas de ahorro en libros hasta del 80%.
- Portal de Datos Abiertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
El Portal de datos abiertos de la UNAM
es un ejemplo de cómo los datos abiertos pueden servir para generar
recursos pedagógicos. Por ejemplo, más de un millón de entradas del
Instituto de Biología dan cuenta de todas las especies identificadas por
la Universidad en el mundo, creando un repositorio de gran valor para
estudiantes, investigadores y público en general.
- El caso Chile: Formulación de políticas educativas utilizando técnicas de análisis de datos masivos
En Chile, este trabajo del
Centro de Investigación Avanzada en Educación, ganador del premio
Gobernarte del BID, demuestra el potencial que los datos pueden tener
para la formulación de políticas públicas educativas. El proyecto
utilizó y comparó datos del censo de población con los datos de
matrícula para comprender el desplazamiento de los estudiantes a las
escuelas. Se detectó que existen desequilibrios en la oferta educativa y
que, en ocasiones, los estudiantes más desfavorecidos se ven obligados a
recorrer mayores distancias para poder llegar a la escuela. También
demostró que este desplazamiento incluye recorridos por zonas con
mayores tasas de inseguridad, lo cual permite predecir y prevenir
fenómenos de alto impacto social como la deserción y el abandono
escolar.
- México: Mejora tu escuela
Esta exitosa plataforma
permite a los ciudadanos conseguir información sobre el rendimiento de
las escuelas en ese país. Con una metodología de análisis de datos que
toma como base los resultados agregados de los alumnos en matemáticas y
español, la plataforma genera un índice de rendimiento para cada escuela
en el país. Los resultados se transforman en un “semáforo educativo”
que permite realizar comparaciones entre escuelas. El proyecto genera
información relevante para los padres y también para los diseñadores de
políticas, quienes pueden identificar las escuelas que necesitan mayor
atención. La aplicación también permite conocer los programas públicos
para la mejora de la educación.
- Open Badges
Esta iniciativa
puesta en marcha por Mozilla Foundation, busca generar una
categorización más precisa de las habilidades profesionales de las
personas a través de un sistema de certificados digitales que son
accesibles y reutilizables. En el sector educativo, estos certificados
se han utilizado para reconocer los esfuerzos de los profesores y
educadores que apuestan por la innovación, así como para facilitar la
transición de la universidad al mercado laboral.
Estos son solo algunos proyectos
emergentes en este campo ¿Conoces algún proyecto más que use datos
abiertos para mejorar la educación? Compártelo con nosotros mencionando a
@BIDEducacion
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