Tras ver este vídeo de Paul Smith, lo primero que ha venido a mi mente es el eslogan de aquella vieja campaña publicitaria de Aquarius: “el ser humano es extraodinario“. Ahí tenéis a este artista con mayúscula, aquejado de parálisis cerebral desde que nació e incapaz por culpa de los espasmos de expresar su visión del mundo usando pinceles. Eso no le alejó de su objetivo. Paul comenzó a “pintar” con una máquina de escribir cuando era muy joven. Con un solo dedo, aporreando tecla a tecla y empleando solo 10 caracteres simbólicos del viejo teclado QWERTY de su máquina, Paul ha creado cientos de obras de arte a lo largo de su vida.
Puedo imaginar la epifanía que Paul debió sentir cuando le regalaron la máquina. De hecho, si os fijáis en el vídeo superior, hacia el minuto 1:49 aparece brevemente un retrato de su habitación de juventud (curiosamente los pomos de los cajones de su escritorio se representan con símbolos “@”) en el que, como no podía ser de otro modo, la máquina de escribir ocupa el lugar preferente y central. Más tarde llegaron las cintas de color, gracias a las cuales Paul pudo mejorar aún más sus creaciones artísticas.
En la actualidad se encuentra en un asilo de Oregon llamado Rose Haven, en cuyos pasillos se exhiben buena parte de sus obras. A pesar de sus problemas de movilidad, desde esa habitación en su residencia Paul tiene el poder de inspirar a personas de todo el mundo gracias a su talento, paciencia y perseverancia. Allá donde otros solo habrían visto obstáculos insuperables, este hombre se alzó para demostrarnos lo acertado que resulta el viejo adagio: “querer es poder“.
Tomado de:
Mailkenais Blog