A finales del año pasado, científicos de la Universidad de Cornell (EE
UU) utilizaron las redes sociales para demostrar que, habitualmente, las personas nos levantamos de buen humor pero la sonrisa se los borra de la cara a medida que avanza el día. La investigación, que incluyó el seguimiento de 2,4 millones de personas de 84 países durante dos años a través de Twitter, confirmó por primera vez en una muestra extensa de población que tenemos ritmos afectivos cíclicos, y que en gran medida estos dependen del trabajo, las horas de luz y la cantidad de sueño.
Usando
un software específico para monitorizar el lenguaje empleado en la
plataforma de microblogging, los autores de la investigación detectaron
que existen dos franjas horarias en las que nuestro estado de ánimo es
positivo: a primera hora de la mañana y cerca de la media noche. Y
también confirmaron algo que ya sospechábamos: estamos de mejor humor
los sábados y los domingos que los días laborables.
El buen humor afecta a muchos aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, varios estudios demuestran que somos más creativos cuando nuestro estado de ánimo es positivo.
Sin embargo, también confiamos menos en los demás cuando nos sentimos
felices, tal y como se deduce de un reciente estudio de la Universidad
Estatal de Ohio. Por su parte, investigadores de la Universidad de
Missouri han llegado a la conclusión de que la capacidad de la memoria de trabajo,
esa que usamos para recordar un número de teléfono o el nombre de una
persona que nos acaban de presentar, se reduce cuando nos sentimos de
excelente humor.
Tomado de:
Muy