La modernización ha hecho que las tradiciones que impuso el imaginario Católico hoy se vean como creencias dignas de mofa. No comer carne o no tener relaciones sexuales se ven como mitos que hoy la ciencia pueden rebatir.
Pero todo tiene una explicación. Y quizás, hasta científica. Aquí les mostraremos algunos mitos cuyo origen puede ser más lógico de lo que piensan.
No pueden tener sexo en Semana Santa porque se quedan pegados: De hecho, así no sucediera en esta fecha en especial, la gente sí se puede quedar pegada en algunos casos. Esto sucede porque un problema físico o psíquico producido en la mujer, que puede ocasoinar que durante el acto ocurra una contracción involuntaria en ciertos músculos vaginales. Estos pueden aprisionar al pene y por supuesto, la pareja se queda pegada. Para esto se tiene que tomar un relajante muscular y liberar al compañero.
No pueden tener sexo en Semana Santa porque irán al infierno (sobre todo si es Viernes Santo): Recuerden que el año litúrgico viene desde la Edad Media, donde nació la concepción del pecado ante la relación con el propio cuerpo. Este estaba separado del alma, y era más importante la salvación de esta que el placer de la carne. Y eso tenía una connotación negativa.
No pueden comer carnes rojas: Oh, sí, la semana infernal para quienes odian el pescado. Ni siquiera el Concilio Vaticano II pudo cambiar la tradición de 1950, que indicaba que el viernes era un día de recogimiento por la muerte de Jesús. En los pueblos no había un alma. Bien, esto también es un signo de sacrificio: Abstenerse de comer algo que por tradición es apetecible. Los sectores más tradicionales y menos ortodoxos del catolicismo promueven ayunos, entre otras cosas.
Si se corta el pelo en esos días, lo tendrán perfecto: De hecho, eso tiene que ver más con el tiempo de la luna menguante. El mito tiene origen en los pueblos agrícolas, en los que se veía que lo que funcionaba para las plantas podría funcionar para el cabello. Pero no hay estudio científico que pueda comprobar esto, hasta la fecha.
No pueden irse de juerga: Hasta la fecha, nadie se le ha aparecido el diablo hasta en alguno de los clubs más conocidos. Pero sí, por mandato, solo se puede escuchar música sacra y no tener ninguno de los placeres mundanos. Jerarcas que representan a la Iglesia actual no ven nada de malo en irse de vacaciones y divertirse con la familia, aunque desaprueban el consumo de sustancias psicoactivas..
No pueden participar en juegos de azar o se arruinará: Judas Iscariote también le dio mala fama a todos aquellos que de ahí en adelante quisieran obtener dinero de lo que pudiesen apostar/vender/ofrecer. Incluso a los que quieren jugar Poker sin dinero de por medio. Como la historia lo ha demostrado, quienes se arruinaron lo hicieron por malos manejos financieros. O por estafar a la gente todos los días.
No se puede hacer oficio casero: Viene de la Biblia. Cuando Marta, la hermana de María, le decía a Jesús que esta debería ayudarle un poco en sus oficios. Para Jesús fue más importante que ella dispusiera de tiempo para su palabra y luego sí, el trabajo. En la tradición católica esto “distrae del recogimiento”. Incluso, no se podía viajar. El historiador Álvaro Valencia, entrevistado en el periódico La Patria, dijo que algún viajero con mala suerte se inventó algún cuento de espantos para justificar su mal día. Y se transformó en un mito.
Tomado de:
Publímetro (Chile)
Pero todo tiene una explicación. Y quizás, hasta científica. Aquí les mostraremos algunos mitos cuyo origen puede ser más lógico de lo que piensan.
No pueden tener sexo en Semana Santa porque se quedan pegados: De hecho, así no sucediera en esta fecha en especial, la gente sí se puede quedar pegada en algunos casos. Esto sucede porque un problema físico o psíquico producido en la mujer, que puede ocasoinar que durante el acto ocurra una contracción involuntaria en ciertos músculos vaginales. Estos pueden aprisionar al pene y por supuesto, la pareja se queda pegada. Para esto se tiene que tomar un relajante muscular y liberar al compañero.
No pueden tener sexo en Semana Santa porque irán al infierno (sobre todo si es Viernes Santo): Recuerden que el año litúrgico viene desde la Edad Media, donde nació la concepción del pecado ante la relación con el propio cuerpo. Este estaba separado del alma, y era más importante la salvación de esta que el placer de la carne. Y eso tenía una connotación negativa.
No pueden comer carnes rojas: Oh, sí, la semana infernal para quienes odian el pescado. Ni siquiera el Concilio Vaticano II pudo cambiar la tradición de 1950, que indicaba que el viernes era un día de recogimiento por la muerte de Jesús. En los pueblos no había un alma. Bien, esto también es un signo de sacrificio: Abstenerse de comer algo que por tradición es apetecible. Los sectores más tradicionales y menos ortodoxos del catolicismo promueven ayunos, entre otras cosas.
Si se corta el pelo en esos días, lo tendrán perfecto: De hecho, eso tiene que ver más con el tiempo de la luna menguante. El mito tiene origen en los pueblos agrícolas, en los que se veía que lo que funcionaba para las plantas podría funcionar para el cabello. Pero no hay estudio científico que pueda comprobar esto, hasta la fecha.
No pueden irse de juerga: Hasta la fecha, nadie se le ha aparecido el diablo hasta en alguno de los clubs más conocidos. Pero sí, por mandato, solo se puede escuchar música sacra y no tener ninguno de los placeres mundanos. Jerarcas que representan a la Iglesia actual no ven nada de malo en irse de vacaciones y divertirse con la familia, aunque desaprueban el consumo de sustancias psicoactivas..
No pueden participar en juegos de azar o se arruinará: Judas Iscariote también le dio mala fama a todos aquellos que de ahí en adelante quisieran obtener dinero de lo que pudiesen apostar/vender/ofrecer. Incluso a los que quieren jugar Poker sin dinero de por medio. Como la historia lo ha demostrado, quienes se arruinaron lo hicieron por malos manejos financieros. O por estafar a la gente todos los días.
No se puede hacer oficio casero: Viene de la Biblia. Cuando Marta, la hermana de María, le decía a Jesús que esta debería ayudarle un poco en sus oficios. Para Jesús fue más importante que ella dispusiera de tiempo para su palabra y luego sí, el trabajo. En la tradición católica esto “distrae del recogimiento”. Incluso, no se podía viajar. El historiador Álvaro Valencia, entrevistado en el periódico La Patria, dijo que algún viajero con mala suerte se inventó algún cuento de espantos para justificar su mal día. Y se transformó en un mito.
Tomado de:
Publímetro (Chile)