Con sus 450 millones de
"aceptaciones" y "rechazos" diarios, Tinder es la aplicación del momento
para encontrar el "amor". O algo que se le parezca.
La app de citas en línea ha llegado a millones de usuarios que conversan. Muchos de ellos, al parecer, acaban compartiendo cama.
Si usted comparte amigos en Facebook con esa persona, por ejemplo, la aplicación se lo hará saber.
Si no le agrada el aspecto de la persona sugerida, deslice su dedo a la izquierda, y no volverá a ver su perfil.
Pero si le gusta lo que ve, deslice el dedo a la derecha, en señal de aprobación.
Sólo cuando ambas partes aprueban el perfil del otro, Tinder lo comunica a los dos usuarios y permite el contacto.
Y, de ahí en adelante, tan simple como una carretera hacia el amor verdadero, ¿no?
Bueno, sólo tal vez. Apenas cumplió un año y ya ha sido descrita como "espeluznante" y "una aplicación para tener relaciones sexuales informales que nos hace más egoístas". Pero otros lo ven como la futura herramienta para conocer gente.
'Un problema de la Humanidad'
Esta frenética actividad la ha convertido en una de las compañías más populares de la escena de las llamadas start-ups.
Tiene su sede en Los Ángeles -no en Silicon Valley- y comparte la ciudad con otra aplicación del momento, Snapchat. Incluso, ambos equipos salen juntos a pasar el rato.
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Al igual que muchas ideas existosas, Tinder nació de la necesidad de sus propios creadores.
La aplicación, según Rad, resuelve "el problema que tiene la Humanidad". "Conocer gente nueva era un problema en general del que nadie hablaba", admite.
Para el cofundador de Tinder, la forma de socializar ha cambiado. "Antes íbamos a un bar a conocer a gente. Ahora vamos para pasar tiempo con nuestros amigos", le dice a la BBC.
Rad cuenta que "una de las cosas que oímos todo el tiempo -especialmente de las mujeres- es que en el mundo real, cuando alguien se acerca a ellas -aunque fuera la persona más interesante de la sala- sienten que su espacio personal está siendo invadido y se sienten abrumadas".
"Ocurre entonces que las personas que están interesadas acaban por sentarse y deciden ser introvertidas y no lo intentan", explica.
Sean Rad era uno de esos introvertidos y, gracias a su propia creación, conoció a la que actualmente es su novia. "Es una chica estupenda. Creo que con eso, lo digo todo", dice entre sonrisas.
Fuente:
BBC Ciencia