Para entender Jay Silver, hay que volver 10 años, a
una noche que pasó volando cometas en la playa en su nativa Florida con
la mujer que se convertiría en su esposa.
Ella le preguntó si sabía cómo escuchar al viento. Siendo ingeniero, él
respondió que el viento produce sólo ruido blanco y el ruido blanco no
contiene información. Pero él la amaba, así que abrió su mente y le dio
una oportunidad. "Y sentí una profunda alegría", dijo Silver durante una
reciente charla en la conferencia PopTech. "Y entonces dejé de buscar
los datos y la eficiencia, y cambió de rumbo mi vida y empecé a
practicar rituales de la alegría". Este sentido infantil de juego, la
curiosidad y el descubrimiento – que mucha gente pierde al hacerse
adulta – ha motivado la vida y el trabajo de Silver desde entonces.
Jugando con la tecnología ha logrado cosas increíbles, estas son algunas
de ellas.
Durante la conferencia muestra a la audiencia ojiplática clips de vídeo
de niños que encuentran la nieve por primera vez o alucinados bajando
por una escalera mecánica. Jay Silver, a sus 33 años, es algo así como
un niño grande. Subió al escenario en PopTech con camiseta, pantalones
cortos y una gorra de surfista, más parecido a un skater que alguien con
un doctorado del MIT.
Es un destacado defensor de la "máquina de movimiento," la cultura
del hágalo usted mismo de la invención, la piratería y la creación de
prototipos que inspira a muchos jóvenes ingenieros en los campos de
tecnología.
En el Laboratorio de Medios del MIT, Silver ha estudiado cómo hacer
herramientas que fomenten el espíritu creativo. Una de sus primeras
creaciones fue Drawdio, un lápiz electrónico que te permite hacer música
mientras dibuja.
El siguiente fue algo con el nombre de Silveresque Makey Makey, un
kit invención desarrolló en el MIT con su compañero de estudios Eric
Rosenbaum. Financiado por Kickstarter (que fijó un límite entre 25.000 y
568.000 dólares), es un kit de electrónica simple que contiene una
placa de circuito, pinzas y cables USB y ayuda a cualquiera convertir
objetos cotidianos en paneles táctiles que se pueden utilizar para
interactuar con un ordenador.
La gente sujeta las pinzas a un objeto y luego se conectan a través
del kit a su equipo. Al tocar el objeto produce una conexión eléctrica
pequeña, que el ordenador interpreta como una pulsación de tecla o el
movimiento de un ratón. Los kits cuestan 50 dólares y como dice en la
caja del kit: "¡El mundo es tu kit de construcción!". Desde que se
empezó a distribuir el verano pasado, gente de todo el mundo lo han
utilizado para controlar los programas informáticos con todo lo que
puede conducir la electricidad: frutas, plantas, agua, incluso con
animales domésticos. Un estudiante de la Universidad Metodista del Sur
ganó un concurso de talentos, enganchando Makey Makey a platos llenos de
comida y comiendo.
Makey Makey parece un juguete, y los educadores lo han utilizado para
jugar o enseñar a los niños sobre los circuitos eléctricos básicos.
Pero Silver cree que su equipo también puede ayudar a conceptos
ingenieros de pruebas y prototipos de forma más barata.
"Algunas personas están haciendo el chorra (con los kits). Pero hay
quien lo usa para que su hijo con parálisis cerebral pueda tener acceso a
navegar por la Web", dijo. "No sé cuál de las dos cosas en realidad es
más importante. Ambos son, para mí, realmente valiosas".
Silver, ahora científico de investigación en los laboratorios de
Intel, espera que Makey Makey despierte el impulso creativo en las
personas y animarlas a hacer frente a sus propios proyectos de
bricolaje.
"I think when you make something, you're kind of making meaning and
purpose. You're kind of making the world what it is. You're voting with
your hands - not in a booth but making change, right now, that really
happens in your own space."
"En este momento, en la cultura, hay una sensación de que tenemos que
hacer (las cosas). Y yo creo que es porque durante la revolución
Industrial no lo hicimos por un tiempo", dijo. "Creo que cuando haces
algo manualmente, cobra un significado muy fuerte, es como ser capaz de
lograr el cambio con tus propiar manos, eres el actor protagonista de la
transformación de tu entorno", explica.
Mucho antes de aquella noche en la playa, la imaginación rugiente
Silver ya estaba inventando cosas. "Como cualquier buen hijo de los 80,
vi a un montón de capítulos de 'MacGyver'". Cuando era un niño en Cocoa
Beach, Florida, inventó con un tenedor y un taladro de mano un sistema
para comer espaguetis. En cuarto grado, descubrió por casualidad que sus
walkie-talkies comunicaban con la misma frecuencia que su coche de
control remoto. Así que combinó el coche, un bote de basura al revés y
algunas otras cosas para hacer un robot que controlaba con ciertos
sonidos en los walkie-talkies.
Le fascina la idea de combinar o remodelar objetos, al igual que su
girador de espagueti, para crear los usos para los que no estaban
previstos. Es el mismo impulso que lleva a los niños a jugar con el
embalaje en lugar del juguete que se incluye dentro.
En el MIT, Silver pasó a formar parte de un grupo llamado Lifelong
Kindergarten, que busca fomentar adultos creativos a través de un
"estilo de aprendizaje de jardín de infancia", que hace hincapié en el
diseño, la experimentación y la exploración. Fue una gran experiencia
para él porque le enseñó a no temer a fracasar, y seguir intentando
cosas diferentes.
Hoy en día, Silver vive en Santa Cruz, California, con su esposa,
Jodi, artista y su hijo, Roble, de 2 años. Su trabajo en Intel le lleva a
festivales y eventos como la Maker Faire Bay Area, donde dirige
talleres creativos en actividades tales como la fabricación de circuitos
digitales dibujando con un lápiz. A cambio, él toma un poco de lo que
aprende acerca de prototipos que lleva a los laboratorios de Intel,
donde realiza investigaciones en diversos campos de computación
futuristas.
También sigue promocionando el Makey Makey. Su compañía de
producción, JoyLabz, ha distribuido cerca de 20.000 kits. "La razón por
la que estoy haciendo este kit es que estoy totalmente emocionado sobre
lo que puedo hacer con él y lo que otros pueden hacer con él", dijo.
"Espero que la gente lo use de una manera que los haga sentir vivos".
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CNN