A través de sus antenas, pueden oler y seguir pistas, encontrar comidas y reconocer a otros miembros de la colonia.
Su exoesqueleto cuenta con pelos sensibles. Sin embargo, es poco probable que sientan daño por dentro. Por eso es que los parásitos pueden destruirlas internamente si logran meterse a su organismo sin tocar sus sensores.
El cerebro de cada hormiga es simple y contiene alrededor de 250.000 neuronas (un humano tiene miles de millones). Sin embargo, una colonia de hormigas tiene un cerebro común tan grande como el de cualquier mamífero.
Algunos han especulado que una colonia completa sí podría tener sentimientos.
Fuente:
BBC Ciencia