La
ecologización, la interconexión de los objetos a través de internet y
el comportamiento de los individuos en comunidad son algunos de los
parámetros que configurarán la ciudad del futuro.
Imagine una ciudad del futuro. ¿Qué ve?, ¿calles limpias, autos voladores y robots que hacen todo el trabajo?
Tal vez, su visión es más distópica, con un
régimen autoritario estilo Gran Hermano, callejones oscuros llenos de
delincuencia y gente forzada a vivir en nichos herméticos porque la
guerra o algún otro desastre han hecho que zonas enteras de la ciudad
sean inhabitables.
Nadie sabe realmente qué nos depara
el futuro, pero la realidad ahora es que nuestros espacios urbanos están
atestados de gente y contaminados.
Casi la mitad de la población mundial vive
actualmente en ciudades, y para el año 2050 se prevé que aumente a 75%,
pero ¿en qué tipo de ciudad viviremos por entonces?
Ha llegado el momento, dicen los expertos, de
empezar a diseñar entornos urbanos más inteligentes. Las nuevas ciudades
necesitan albergar a una población cada vez mayor y en las que vivimos
ahora necesitan modernizarse.
'Ecologización'
Algunas
de las ideas que configurarán la ciudad del futuro, giran en torno a
ciudades "descarbonizadas", llenas de vehículos eléctricos y sistemas de
bicis compartidas, con una buena calidad del aire.
Si a las ciudades del pasado les dieron forma
las personas, las ciudades del futuro serán configuradas por las ideas, y
hay muchas que compiten acerca de cómo debería ser un espacio
futurista.
Algunas de ellas giran en torno a la idea de que
la ciudad más inteligente es la más ecológica. Los expertos en
sostenibilidad predicen ciudades "descarbonizadas", llenas de vehículos
eléctricos y sistemas de bicicletas compartidas, con una calidad en el
aire tan mejorada que los trabajadores de las oficinas en realidad
podrán abrir sus ventanas por primera vez.
Las visiones de una ciudad verde a menudo
incluyen rascacielos donde viviendas y espacio de oficina conviven con
invernaderos flotantes o huertas en lo alto de los edificio. Trataríamos
así de combinar la urbanización con una vuelta a nuestro pasado
pastoral.
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