La cumbre celebrada en Dubái hasta el pasado día 14 de diciembre con el objetivo de regular y controlar Internet ha fracasado debido a las reticencias de los países occidentales a la hora de otorgar demasiado poder a la ONU.
A la cumbre asistieron 193 estados, que son miembros
de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), además de muchas
empresas privadas que forman parte de la unión. Entre ellas destaca por
encima de todas Google. El gigante de Internet se
posiciona junto a países como EEUU, Reino Unido y Australia, además de
una comisión de la UE, en el bando que no desea imponer una regulación sobre la Red.
En
la cumbre expresaron su disconformidad y rechazo al nuevo texto, que
nace con el objetivo de controlar las llamadas telefónicas
internacionales y el tráfico de datos, como podemos leer en El Mundo.
La ausencia de apoyo por parte de las mayores economías del planeta
deja con poco valor al documento firmado e incluso puede que existan problemas legales entre los países firmantes y los que no firmaron.
Esta
cumbre había puesto en alerta a los principales gobiernos democráticos
occidentales, en clara oposición a ejecutivos como el ruso, que declaró
que quizá en un futuro veamos Internet fragmentado.
Esto sería negativo para los usuarios y desde Rusia esperan poder llegar
a acuerdos con los americanos y europeos, que no parecen estar muy por
la labor de firmar nada con ellos.
Para el embajador de EEUU,
Terry Kramer, la negociación ha sido imposible debido a la existencia
de varias cuestiones que imposibilitaban un acuerdo. Además ha expresado
que no se pueden reconocer competencias sobre Internet a la UIT. Para
este organismo, la cumbre deja un sensación de derrota,
ya que no se ha conseguido alcanzar ni siquiera un acuerdo de mínimos.
Pese a todo, su secretario general, se muestra satisfecho por haber
logrado captar la atención pública de todo el planeta.
En resumen, la cumbre nos deja un acuerdo que no ha sido firmado por la mayoría de naciones de Europa occidental
además de Canadá, Filipinas, Polonia, Egipto, Kenia y la Republica
Checa, por lo que, como hemos comentado, el poder vinculante de la
cumbre es bastante pobre. Se demuestra una vez más la fragmentación de
los países en dos bandos con posturas totalmente opuestas.
Fuente:
ADSL Zone