Sigue siendo un misterio la razón de numerosas muertes de animales en la costa de Perú, sobre todo pelícanos y delfines, en el norte y el centro del país.
Este miércoles, el gobierno peruano trató de calmar a la población al decir que es seguro comer pescado y nadar en el océano, a pesar de la mortandad de centenares de delfines, pelícanos, pájaros piqueros, lobos marinos e incluso una tortuga en los últimos meses.
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El Ministerio del Ambiente informó en una conferencia de prensa en Lima que desde febrero más de 5.000 pelícanos y poco menos de 900 delfines fueron encontrados sin vida en las playas del norte de Perú y en la misma capital, aunque sus muertes se deberían a causas distintas y aún no definidas plenamente.
Mattia Cabitza, colaborador de la BBC, informó que durante meses los peruanos se han preguntado por qué han aparecido tantos animales muertos en su costa.
La alarma fue tal, que las ventas de pescado se desplomaron en los últimos días y el gobierno llegó a recomendar a los residentes limeños no nadar en el mar. Pero este miércoles, el viceministro del Ambiente para el Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Gonzalo Quijandría, trató de evitar el pánico.
"No estamos prohibiendo a la gente ir a la playa", afirmó Quijandría. "El consumo de pescados y mariscos es completamente seguro y estamos animando a la gente a hacerlo. La especulación es totalmente irresponsable".
¿Contaminación o exploración sísmica?
Ha habido abundante especulación sobre los motivos posibles de la masiva muerte de la vida silvestre marina.
El gobierno llegó a sugerir que fue por la contaminación causada por peruanos descuidados que dejan basura en las playas, mientras que los biólogos culparon a las ondas magnéticas submarinas producto de la exploración petrolera, que desorientan a los delfines y los dejan varados.
Quijandría expresó que siguen esperando los resultados de las pruebas de laboratorio para saber qué mató a los cetáceos, pero descartó que fuera una infección bacterial, falta de comida o contaminación.
Sin embargo, señaló que los pelícanos y otras aves murieron debido a un calentamiento del océano fuera de temporada, que está provocando la migración de la principal fuente de alimentación de estas aves –las anchoas o anchovetas– a las aguas más frías del sur.
En ese sentido, tratándose la anchoveta de la fuente de un producto industrial como la harina de pescado, que en otra época fue la principal exportación de Perú, Quijandría dijo que "el Estado debe definir la cuota pesquera de captura de anchoveta, pues existe competencia por el recurso".
Vamos a la playa
La información gubernamental confirmó las conclusiones de un estudio del biólogo Carlos Bocanegra, de la Universidad Nacional de Trujillo, que determinó que el sistema digestivo de 20 pelícanos muertos no contenía anchovetas, sino un "elevado y preocupante" número de parásitos.
Eso motivó la advertencia de Dirección General de Salud Ambiental para restringir el acceso a algunas playas, lo cual aumentó la preocupación pública sobre la seguridad de los bañistas, especialmente en una temporada veraniega que parece extenderse como consecuencia del cambio climático y el fenómeno del Niño.
El informe aseguró que "sobre la base de los ejemplares analizados no es posible asociar esta mortandad a las actividades de exploración sísmica petrolera", como han denunciado algunas asociaciones ecologistas.
El representante de la Organización Científica para la Conservación de Animales Acuáticos (ORCA), Carlos Yaipén, sostuvo ante el Congreso de la República que los delfines varados "habrían muerto por impacto acústico".
Según Yaipén, llegaron a esa conclusión después de analizar ejemplares muertos en laboratorios de Norteamérica y en otros centros científicos de ORCA en el mundo.
Tanto el Instituto del Mar del Perú como el Ministerio del Ambiente han pedido que ORCA demuestre que el choque sónico causó la muerte de los delfines, para poder resolver el misterio
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