El programa espacial europeo no se puede decir que esté en su momento más álgido. Y es que en temas tan complejos como estos, cualquier pequeño problema se convierte en una complicación técnica de primer orden, en la que se han de emplear enormes cantidades de dinero. 320 millones de euros cuesta el caso del tema que hoy nos ocupa.
La Agencia Espacial Europea (ESA) lleva tiempo peleando para lanzar al espacio las Soyuz rusas tripuladas desde su centro espacial en la Guayana Francesa. Pero de momento, todo se va a quedar en aguas de borrajas. ¿Y el motivo? Pues uno en el cual quizá podían haber reparado antes de cerrar los contratos: esta plataforma de lanzamiento está construida al lado del mar y las estas naves tripuladas Soyuz no pueden aterrizar en el agua.
De hecho la nave espacial Soyuz siempre suele aterrizar sobre la tierra en el territorio de la antigua Unión Soviética de Kazajistán. Aunque también lo ha hecho en ocasiones sobre el agua: varias Soyuz del programa espacial lunar en los años 60 amenizaron sin problemas en el Océano Indico; y en 1976 incluso hicieron una aterrizaje de emergencia en un lago.
Pero parece que el simple hecho de ver hoy a la Soyuz cayendo al agua causa pánico.
Sin embargo, la Guayana es una zona del globo especialmente idónea para lanzamientos espaciales, ya que al estar cerca del ecuador, estos lanzamientos aprovechan la propia fuerza de la rotación de la tierra, aumentando la capacidad de carga de la nave.
Al estar cerca de la latitud cero, la capacidad de carga útil para llegar a órbitas de transferencia geoestacionaria es casi el doble en comparación con el despegue desde Baikonur, en Kazajistán, o desde Plesetsk, en Rusia, los otros dos sitios de lanzamiento de las Soyuz.
Sin embargo, las Soyuz TMA, el tipo de cápsula tripulada que se suponía sería lanzada desde allí, no disponen de medios para aterrizar en el mar. Con lo cual, y en caso de cualquier tipo de emergencia en el lanzamiento, se corren unos riesgos extras al estar la zona rodeada de agua por ser islas.
La evacuación de la tripulación tras el amerizaje puede ser especialmente complicada y pondría en riesgo la vida de la tripulación. Unas vidas que la Agencia Espacial Europea no está dispuesta a arriesgar.
Sin embargo, algunos expertos afirman que lo que realmente pasa es que la Soyuz no está diseñada para viajar hasta las islas por agua o en avión (le gusta hacerlo por ferrocarril) y que este es el mayor inconveniente aparente, pues habría que rediseñar todos los protocolos de transporte, así como sus cápsulas contenedoras para que no se estropeen los instrumentos por la salitre.
Esta circunstancia se conoce desde 2004 y, a pesar de esto, poco se ha hecho para solucionarla. Sin ir más lejos, un lanzamiento en octubre de 2010 de una nueva Soyuz (no tripulada) tuvo problemas que obligaron a uno de estos aterrizajes de emergencia, con lo cual se demostró la inviabilidad del uso de esta localización para misiones con tripulación.
Este espacio-puerto lleva en funcionamiento desde 1975 para lanzar los cohetes franceses, y está claro que comienza a estar un poco anticuado. En aquella época, claro está, la idea de colaborar con los rusos para poner satélites en el espacio era bastante remota. Desde 2004, sin embargo, existe este proyecto de colaboración, para el cual se han construido instalaciones nuevas, adaptadas a las peculiaridades de las Soyuz.
Lástima que haya que hacer muchos cambios para lanzar capsulas tripuladas, entre las cuales estarían el deforestar un área de un diámetro de 5 kilómetros para posibles aterrizajes de emergencias, además de construir un nuevo ascensor, una nueva cámara de vacío y varias instalaciones más. Con todo, parece que todo esto es más sencillo que volver a diseñar la Soyuz para amerizar en el agua.
En octubre de 2010 se firmaron 18 futuros lanzamientos: de momento, sólo han tenido lugar 2, y estos, tras unos retrasos de varios años. Todos, por supuesto, sin tripulación. Tras la cancelación del programa de lanzaderas de los EE.UU., las Soyuz son la única manera de llevar gente a la Estación Espacial Internacional. Y estos lanzamientos, como vemos, no se realizarán desde la Guayana Francesa.
Como curiosidad, en la zona colindante del centro de lanzamiento está la famosa Isla del Diablo, una de las prisiones más famosas del mundo, hoy lugar turístico… que debe de ser desalojado cuando se prepara cada lanzamiento. Por si acaso, claro.
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