Un estudio revela que gracias al apareamiento múltiple, las hembras pueden compensar las desventajas de la endogamia en pequeños núcleos poblacionales.
Un reciente estudio realizado por un grupo de biólogos de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, asegura que dentro del mundo animal, los machos siempre han tendido hacia el apareamiento con distintas hembras como método para la difusión de su esperma y como medio para generar la mayor descendencia posible con sus genes. Sin embargo, el contacto sexual para las hembras siempre ha supuesto un ‘peaje’ para su cuerpo, pues podría reducir su vida fértil.
Sin embargo, estos investigadores han demostrado que la promiscuidad en el sexo femenino también tiene sus beneficios, y que a través del apareamiento en múltiples ocasiones, las hembras pueden compensar las desventajas de la endogamia en pequeños núcleos poblacionales, logrando de esta manera una evolución más próspera y sana.
Cuando los grupos de muchos animales son pequeños, sus miembros acaban apareándose con parientes creando relaciones endogámicas. Esta situación puede provocar el nacimiento de hijos enfermos así como la disminución de la fertilidad en las hembras. Matthew Gage, un ecólogo evolutivo de la Universidad de East Anglia, quería descubrir si las féminas promiscuas podrían compensar de alguna manera los problemas de la endogamia al ofrecer más posibilidades de que sus huevos puedan ser fertilizados por un esperma genéticamente adecuado. El escarabajo rojo, un insecto de tres milímetros de largo que suele hallarse en la harina y en los granos de maíz, fue el animal seleccionado para llevar a cabo las investigaciones.
Gage y sus colegas descubrieron que, cuando se les permite aparearse con un solo macho, las hembras tienen crías con un 50% menos de posibilidades de supervivencia en comparación con las que lo hacen con distintos machos, a pesar de que el número de hijos es el mismo. Los investigadores atribuyen esta realidad a que las hembras son aparentemente capaces de eliminar los espermatozoides de los parientes que llevarían a engendrar camadas menos aptas y a seleccionar los más sanos. Si se aparean con un solo hombre, en cambio, no tienen esa opción.
Göran Arnqvist, un biólogo evolutivo en la Universidad de Uppsala en Suecia que no estaba asociado con el estudio, asegura en la revista Science que "el tema del apareamiento múltiple de las mujeres es un enigma de largo recorrido en la biología” pero que este estudio “sugiere un escenario en el que el sexo múltiple puede ser beneficioso". “En teoría, las mujeres en las pequeñas poblaciones de otras especies, deberían seguir su ejemplo”, concluye.
Fuente:
Hoy (España)