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10 de septiembre de 2011

Una muestra itinerante en busca del próximo Pitágoras

Con la ayuda de un software de código abierto y gratuito, la muestra de instalaciones interactivas Imaginary Exhibition recorre el mundo con sus ecuaciones algebraicas transformadas en bellas imágenes 3D. El alemán Andreas Matt, doctor en matemáticas y divulgador, presentó el proyecto en el país.

Todo nació con un limón llamado Zitrus que en realidad es una superficie matemática flotando en un espacio 3D definida por esta fórmula: x² + z² = y³ (1 - y)³. “Esto no es un limón porque no puede exprimirse, pero estamos acostumbrados: en matemática partimos de una idea abstracta y a través de la visualización, con una computadora, se puede poner en imágenes”, resumió Andreas Matt, doctor en matemática dedicado a la divulgación, señalando una imagen del famoso limón, convertido en emblema de Imaginary Exhibition, una muestra itinerante que comenzó en Alemania en 2008, a propósito del Año Mundial de la Matemática, desde entonces recorre el mundo y acaba de desembarcar en la Argentina.


La idea, que comenzó con la pipa de Magritte y su correlato cítrico, se expandió en forma de visualizaciones, instalaciones interactivas, realidades virtuales y objetos 3D de la geometría algebraica presentados de una manera atractiva y pedagógica, como “un punto de encuentro de la realidad imaginada y la visualización concreta de los objetos matemáticos”, explicó Matt, que lleva 10 años en la ardua tarea de construir reputación para una disciplina esquiva, durante la conferencia Matemática interactiva que se realizó en el Pabellón I de Ciudad Universitaria, como parte del coloquio del departamento de Matemática de Exactas.


Ahora, ¿pueden las matemáticas crear imágenes estéticas? ¿Qué tiene que ver el limón? La respuesta viene de la geometría: cada punto en el espacio puede estar definido por las coordenadas x, y y z; y una ingeniosa formulación de ecuaciones define las superficies que, iluminadas y coloreadas, se convierten en arte. Ecuación e imagen se pueden ver en simultáneo y en tiempo real a través de la interface sencilla del Surfer, el software de código abierto que permite crear una infinidad de imágenes con fórmulas matemáticas.


Desarrollado por el Instituto matemático Oberwolfach (Alemania), el Surfer es gratuito y ya fue descargado más de 50 mil veces por artistas, diseñadores y entusiastas diversos en sus computadoras personales. Pero para los no iniciados las exhibiciones itinerantes en estaciones de trenes, bancos o supermercados de más de 40 ciudades alemanas primero, y el resto del mundo después, funcionan a la perfección. Un stand dotado de pantallas táctiles con el Surfer ejecutándose invita a los transeúntes a acercarse, donde un grupo de tutores les explica de acuerdo a su edad y conocimientos cómo modificar los valores de la ecuación o jugar con los colores y las formas para crear una imagen única. En algunos casos, una impresora permite dejar la imagen colgada en el stand o llevársela a casa.


Así, a medida que la exposición se difundió en las ciudades que recorría, se crearon extensas galerías online con las imágenes de los usuarios y se lanzó un concurso al que llegaron 4000 diferentes en dos meses. Y así como el Surfer es solo uno de los programas que un visitante puede encontrar en un stand de la Imaginary Exhibition, tampoco solo el software es de código abierto sino la muestra toda: cada escuela, institución, museo o medio de comunicación interesado puede tomar el formato de la muestra y recrearlo en su espacio, sumarle ideas, organizar sus certámenes y así ayudar a la difusión de la matemática.


Aunque Matt admite que “es difícil saber cuáles son artísticamente más interesantes”, una galería de grandes creadores se destaca en la corta pero intensa vida del proyecto. Por caso, la estudiante de 17 años Valentina Galata redibujó en forma algebraica objetos reales (“algo muy difícil”, según Matt); Bianca Violet realizó animaciones sorprendentes; y Stephen Klaus, unos nodos con la banda de Moebius como ecuación algebraica. Esta manera simple de divulgar matemática –entre otras razones porque no requiere mucho dinero– tuvo también su cuota de popularidad: se multiplicaron las imágenes como estampas de remeras, avatares y hasta pósters juveniles.


Para 2013, Año de las Matemáticas del Planeta Tierra (Mathematics of Planet Earth), el proyecto busca además de expansión geográfica, innovaciones: “como la pantalla táctil ya está en casa, vamos por el kinect, el sistema que controla los gestos que es ideal para eventos públicos, por las aplicaciones para celulares y tabletas”, enumeró Matt, con estudios en Filosofía y Computación, y profesor del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).


Sin embargo, la experiencia no se reduce a la contemplación ni a la creación de imágenes estéticamente atractivas: propone utilizar el arte como vehículo para el desarrollo de la ciencia. “Ningún matemático quiere escuchar más del teorema de Pitágoras”, reconoció Andreas Matt durante la conferencia, en la que insistió en la doble función del programa: crear imágenes 3D con ecuaciones algebraicas y descubrir ecuaciones a través de imágenes, una tarea que está quemando las pestañas de los geómetras: la teoría de la singularidad está buscando ahora mismo una imagen 3D que tenga 100 singularidades. “Si alguno la encuentra, se va a volver bastante famoso”, le explicó a su auditorio de estudiantes y graduados, todos entusiastas de las matemáticas y el arte, ámbitos intrínsecamente vinculados desde que muchos artistas usan la inestabilidad de los métodos de cálculo numérico como herramientas creativas y encuentran que el arte, en definitiva, está en lo incalculable.

Tomado de:

El Clarín (Argentina)

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