Los tardígrados fueron descritos por primera vez por Johann August Ephraim Goeze en 1773. El nombre Tardigrada significa “de paso lento” y fue dado por Lazzaro Spallanzani en 1777 justamente debido a la lentitud de este animal.
Los tardígrados son especialmente abundantes en la película de humedad que recubre musgos y helechos, aunque no faltan especies oceánicas y de agua dulce, no habiendo virtualmente rincón del mundo que no habiten. Son prácticamente indestructibles, no mueren incluso si los hervimos, congelamos, los metemos bajo presión o los desecamos. Existen estudios que demuestran que, en estado de metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre los -272º C (casi la temperatura más fría posible) y los 149º C, así como a la inmersión en alcohol puro y en éter. Científicos rusos afirman haber encontrado tardígrados vivos en la cubierta de los cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior.
Son los animales tan duros que incluso se ha descubierto que pueden sobrevivir en el espacio exterior.
Señala el biólogo Bob Goldstein de la Universidad de Carolina del Norte:
Ningún animal había sobrevivido antes al espacio abierto.
En septiembre de 2007 se lanzó la nave rusa FOTON-M3 de la ESA, y en ella fueron colocados un grupo de tardígrados. Se comprobó que no sólo sobrevivieron a las condiciones del espacio exterior, sino que incluso mantuvieron su capacidad reproductiva. Además, pueden soportar 100 veces más radiación que los seres humanos y vivir hasta 120 años en un estado de hibernación sin agua, y reactivarse en cuanto se les suministre.
Lo de la radiación es importante, a juicio del Dr. Jonsson y sus colegas, quienes publicaron los resultados del estudio en la revista Current Biology: esta tolerancia excepcional a la radiación podría ayudar a los científicos a aprender cómo tratar el cáncer.Vía | Dailymail
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