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19 de enero de 2011

Desayunar bien para adelgazar resultaría ser un mito.

Se nos ha dicho que el desayuno es el alimento más importante del día. Y también que si queremos perder peso, debemos comer un desayuno abundante porque de esta forma no tendremos hambre y consumiremos menos calorías durante el día.

Pero científicos en Alemania decidieron comprobar la teoría y descubrieron que está equivocada.

Según la investigación publicada en Nutrition Journal (Revista de Nutrición), el desayuno abundante no reduce el consumo de calorías durante el día. Al contrario, terminamos ingiriendo más que si comemos un desayuno ligero.

El estudio, llevado a cabo en el Centro de Medicina Nutricional Else-Kröner-Fresenius de la Universidad Técnica de Munich, en Alemania, involucró a cerca de 400 personas, 280 de las cuales eran obesas y 100 tenían un peso normal.

Todos los participantes habían llegado a la clínica para consultar sobre problemas de peso y todos habían mantenido el mismo peso corporal durante al menos los 12 meses previos al estudio.

Los científicos les pidieron a los pacientes que llevaran un registro de todo lo que consumían diariamente durante diez días en el caso de los obesos y 14 días en aquello con peso normal.

El registro debía ser lo más detallado posible, incluyendo cada alimento, la hora del día en que lo consumían, la cantidad y la forma como había sido preparado.

Se les pidió que clasificaran a sus alimentos dentro de desayuno, almuerzo y cena y si comían algún refrigerio. Se les solicitó que consideraran como refrigerio matutino los que comían entre el desayuno y almuerzo, de media tarde los de entre el almuerzo y la cena, y vespertino los que se comían después de la cena.

Un refrigerio menos

Los científicos encontraron que entre los participantes algunos consumían un desayuno abundante, otros un desayuno pequeño y otros se saltaban el desayuno.

Pero todos, sin importar lo que hubieran comido de desayuno, consumían las mismas calorías durante el almuerzo y la cena.

"Esto significa que un desayuno abundante (de un promedio de 400 kilocalorías más que un desayuno pequeño) resultó en un incremento total de 400 kcal en las calorías consumidas durante el día", explica el doctor Volker Schusdziarra, quien dirigió el estudio.

"La única diferencia vista fue que cuando alguien comía un desayuno abundante, evitaba comer un refrigerio de media mañana".

"Sin embargo, esto no era suficiente para compensar las calorías adicionales que ya se habían consumido", agrega el científico.

Tal como señalan los investigadores, este trabajo es el primero que demuestra el impacto del desayuno en el consumo de energía total diario, un asunto que durante mucho tiempo ha sido tema de debate.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

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