Miércoles, 03 de marzo de 2010
¿Seríamos felices viviendo con un "sustituto" hecho a nuestra imagen y semejanza?
Uno se para a pensar y no tiene muy claro a qué ritmo avanzan las nuevas tecnologías, la innovación, la evolución... en fin, la carrera hacia el futuro. Coincidiendo con el lanzamiento en DVD de la última película de Bruce Willis, 'Los sustitutos', la preocupación por este desarrollo se hizo presente en forma de reportaje.
Ya en su día, a finales de los 80, veíamos a un visionario Stephen King dirigir 'La rebelión de las máquinas', una película que nos mostraba el mundo al revés, lo creado dominando al creador. Y es que al ritmo que va la tecnología no tenemos una idea del lugar que ocupará el ser humano frente a sus creaciones robóticas dentro de 100 años.
El caso es que en 'Los sustitutos' se recrea un futuro en el que la gente vive la vida por control remoto, desde la seguridad de su propio hogar, a través de robots sustitutivos creados a su imagen y semejanza, y mejorados al gusto del consumidor. He aquí la cuestión: ¿quién es verdaderamente real, el humano o su sustituto?
Aprovechando este tema tan interesante, El Referente ha tenido acceso a una entrevista con el director ejecutivo de Biodesings (una empresa dedicada a la generación de prótesis corporales que ayudó en el desarrollo de la película), Randall Alley, y con el doctor James Canton, uno de los futuristas más prestigiosos de EEUU. Ellos nos cuentan su visión de futuro, las posibles semejanzas de esta película con la realidad y la situación actual del mundo de la robótica.
Un "yo" dominado por nosotros mismos no parece una idea tan descabellada, sin embargo, no tan real y bonito como lo pinta la película. El mundo de las prótesis y la robótica avanza, pero tal y como reconoce James Canton, "la intimidad, el amor y la emoción son todavía rasgos puramente humanos".
Randall Alley también ve factible estos sustitutos en un futuro y, a pesar de que se ha avanzado mucho en el campo de su empresa, todavía queda mucho camino para crear un robot que tenga nuestra funcionalidad.
"El cerebro es el santo grial de la sustitución en el campo de las prótesis", explica Alley. Tanto es así que reconoce que en el campo de las extremidades inferiores las prótesis creadas hasta el momento son bastante satisfactorias, no tanto como las superiores. "La mano está en lo más alto dentro de la complejidad de su creación, debido a sus capacidades naturales", puso de ejemplo.
El Referente