Martes, 23 de marzo de 2010
¿Puede haber vida sin el Sol?
Un proyecto invertirá cinco años en investigar si puede haber vida sin sol
Pero antes de leer el artículo conteste: sabe usted ¿qué es la Faja Pirítica Ibérica?La Faja pirítica ibérica es una vasta zona geográfica que se extiende a lo largo de gran parte del sur de la Península Ibérica. Tiene alrededor de 250 km de largo y de 30 a 50 km de ancho, desde Alcácer do Sal (Portugal), al noroeste, a la provincia de Sevilla (España), al sureste.
Hace 350 millones de años la actividad volcánica que tuvo lugar en esta región dio lugar a ocho depósitos gigantes de sulfuros masivos polimetálicos asociados a los flancos de conos volcánicos en forma de pirita, y también de calporita, blenda, galena y casiterita.
El científico Juan Pérez Mercader dirigirá un proyecto que se extenderá durante los próximos cinco años y que tiene entre sus objetivos la detección de vida en zonas de la faja pirítica donde no llega la energía solar, un trabajo que tiene prevista una inversión de 3,4 millones de euros.
La faja pirítica es una vasta zona geográfica que se extiende a lo largo de gran parte del sur de la Península Ibérica, con una longitud estimada de 250 kilómetros de largo y de 30 a 50 de ancho, desde Alcácer do Sal (Portugal), al noroeste, a la provincia de Sevilla.
La idea, según ha informado la organización en un comunicado, es explorar las zonas profundas de la faja pirítica, de 200 a 1.000 metros de profundidad, utilizando nuevos desarrollos tecnológicos, con el fin de definir la detección de vida y la estimación de la diversidad microbiana.
Todo ello con el fin de disponer de un conocimiento instantáneo del hábitat subterráneo, con técnicas como el monitoreo en tiempo real dentro del pozo de perforación, de los parámetros físico-químicos relacionados con la actividad biológica, de forma que se genere información esencial para reconocer flujos de energía y de materia.
El trabajo se basa en los resultados obtenidos durante el desarrollo del proyecto "Marte", un proyecto de colaboración desarrollado por el Centro de Astrobiología y la NASA (2003-2005) y pretende resolver las muchas incógnitas generadas durante el desarrollo del mismo.
Todo ello porque la geomicrobiología subterránea es un tema de creciente interés a distintos niveles, y desde un punto de vista fundamental, trata de demostrar que existe vida que no depende de la energía solar.
Como base se tomará al propio río Tinto, que da nombre al pueblo onubense, que cuenta con un ambiente extremo inusual debido a su tamaño, cien kilómetros, un ph ácido constante, una elevada concentración de metales pesados y un elevado nivel de biodiversidad, principalmente eucariótica.
Hoy en día se sabe que las condiciones extremas del Tinto no se deben a la actividad minera, sino al metabolismo de microorganismos capaces de obtener energía a partir de los sulfuros metálicos de la faja pirítica, y su estudio será clave en la conclusiones finales de este proyecto.
A estos seres se les denomina extremófilos...
¿Qué son los extremófilos?
Los veremos en el siguiente post...
Fuentes:
Visite la web de: