Miércoles, 30 de septiembe de 2009
Madres trabajadoras = Hijos menos sanos
Ante todo debo aclarar que Conocer Ciencia no asume posturas machistas. Pero también debemos recordar que luego de los años cincuenta, en el siglo pasado, se celebraba por doquier la inclusión de las mujeres en el mundo laboral, un escenario, hasta la fecha casi monopolizado por los varones. Ahora vemos una de las consecuencias: hijos menos sanos.
¿La investigación puede tener un sesgo machista? Es indudable que no se puede achacar a la inclusió laboral de las mujeres toda la responsabilidad, pasando por alto el rol que juegan las empresas (de alimentos y entretenimiento) que lucran con los niños, el papel de los medios de comunicación, las políticas de salud y educación de los países y el nivel socio cultural de las mujeres trabajadoras. Veamos:
Los niños cuyas madres trabajan tienen menos probabilidades de llevar un estilo de vida sano que aquellos con madres que se quedan en casa.
Ésa es la conclusión de un estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud infantil de la Universidad de Londres con más de 12.500 niños de cinco años de edad.
La investigación, publicada en Journal of Epidemiology and Child Health (Revista de Epidemiología y Salud Infantil) analizó los hábitos de salud y estilo de vida de los niños.
Los investigadores encontraron que los hijos de madres empleadas eran menos activos y mostraban más tendencia a comer alimentos poco sanos.
En el estudio se siguió un registro del número de horas que las madres trabajaban y de la dieta, niveles de ejercicio y actividades sedentarias de los hijos.
Cerca de 35% de las madres encuestadas no habían trabajado desde el nacimiento de sus hijos, pero las madres que estaban empleadas trabajaban en promedio unas 21 horas a la semana.
Los investigadores tomaron en cuenta los factores que podrían influir en los resultados, como el nivel de educación de las madres y sus circunstancias socioeconómicas.
"Descubrimos que los niños de madres empleadas mostraban menos tendencias a comer frutas entre comidas pero más probabilidades de consumir bebidas azucaradas" dijo a la BBC la profesora Catherine Law, quien dirigió el estudio.
El estudio descubrió que estos niños usaban sus computadoras o miraban televisión durante al menos dos horas al día, mientras que los niños cuyas madres se quedaban en casa pasaban menos de dos horas en estas actividades.
También mostraron más probabilidades de que sus madres los llevaran a la escuela en auto, mientras que los niños de madres en casa tendían a caminar o ir in bicicleta.
Tiempo limitado
La profesora Cahterine Law afirma que en éste no se analizó a los padres porque el nivel de empleo de los padres no ha cambiado mientras que el de las madres ha cambiado drásticamente.
"En muchas familias, la madre soltera o ambos padres suelen trabajar".
"Las restricciones de tiempo podrían limitar la capacidad de los padres de ofrecer a sus niños alimentos sanos y oportunidades para llevar a cabo actividad física".
La experta afirma que "nuestros resultados no implican que las madres no deban trabajar. Lo que hacen es poner de manifiesto la necesidad de establecer políticas y programas para ayudar a los padres".
Los mismos niños que participaron en este estudio tomaron parte en una investigación previa del Instituto de Salud Infantil que descubrió que los que tenían madres empleadas eran más obesos o tenían más sobrepeso cuando tenían tres años.
En el nuevo estudio, muchos de los niños de cinco años participaban en conductas con más probabilidades de promover el aumento de peso corporal.
Por ejemplo, 37% de los niños comían principalmente papas fritas y dulces entre comidas, 41% consumían bebidas azucaradas y 61% usaban la computadora o la televisión durante al menos dos horas diarias.
Controversia
Tal como señala Glenys Jones, nutricionista del departamento de Investigación de Nutrición Humana del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido afirma que el estudio es interesante debido a la limitada información que existe sobre el impacto del empleo materno en la salud infantil.
"Se necesitan más estudios que tomen en cuenta factores como el impacto del empleo en los comportamientos de salud y si la edad del niño altera de alguna forma ese impacto", dice la nutricionista.
Otros expertos, sin embargo, afirman que las madres que trabajan ya tienen suficientes desafíos que enfrentar y este tipo de estudios sólo sirven para agregar más estrés a una situación para la cual no existen muchas otras alternativas.
"El estrés y la culpabilidad asociados con el hecho de ser una madre empleada es algo de lo que todas estamos muy conscientes" afirma Sally Russell, portavoz de Netmums.com.
"Este informe sólo añade más a esa culpabilidad. Actualmente con cada vez más madres que no tienen otra alternativa más que trabajar, es muy difícil saber cómo podemos lograr que las cosas mejoren".
Fuente:
BBC Ciencia & Tecnología