Arequipa: Agua proveniente de colectores de desagüe contamina río Chili.
No hay recursos para construir planta de tratamiento de aguas servidas. Ambientalistas piden que el Conam declare al río en emergencia sanitaria.
El río Chili, principal fuente de vida del valle de la Ciudad Blanca, podría sucumbir debido a la contaminación que producen las aguas servidas que a diario se vierten en él desde hace 50 años.
Según un informe de la Dirección de Salud Ambiental de la Gerencia Regional de Salud de Arequipa, el volumen de aguas servidas que se arrojan al río alcanza los 35'829.000 metros cúbicos por año, de los cuales el 90% proviene de los colectores de desagüe que descarga la empresa de saneamiento Sedapar en el sector de Alata. Se ha detectado que la empresa vierte al río aguas sin tratamiento, en donde se han hallado huevos y larvas de tenias y lombrices, además de bacterias como la salmonela, que producen infecciones gastrointestinales y generan virus que ocasionan la hepatitis A y el rotavirus.
Según representantes de Sedapar, la empresa no dispone de los US$50 millones que se requieren para construir una planta de tratamiento de aguas servidas. Se espera que la Sociedad Minera Cerro Verde financie la obra en el 2008.
Un informe de la Gerencia Regional de Salud entregado a la Fiscalía de Prevención del Delito, a cargo de la fiscal Esther de Amat, revela que gran parte de la contaminación del Chili proviene también del Club Internacional, la Escuela de la Policía y algunas urbanizaciones que descargan sus desagües directamente sobre el río.
SALUD AFECTADA
Ante este panorama, un grupo de ambientalistas, encabezados por el abogado Jesús Gomez Urquizo, solicitó al Consejo Nacional del Ambiente (Conam) que el río Chili fuera declarado en emergencia sanitaria, pero el pedido fue denegado, pues dicha entidad considera que el estado del río es grave pero no crítico.
Sin embargo, los ambientalistas advierten que la situación del Chili es perjudicial para la vida de los pobladores de las diferentes comunidades de la región, ya que sus aguas no solo se usan en las actividades agrícolas, sino que además son consumidas por 50.000 habitantes de los distritos de Tiabaya, Uchumayo y La Joya.
Según reportes de la gerencia de Salud, las enfermedades infecciosas intestinales pasaron de 19.667 casos en 1992 a 103.960 casos en el 2001. Se estima que la frecuencia de enfermedades diarreicas se incrementaron en 212% durante ese período.
Por si fuera poco, el gerente de Agricultura de la región, Jesús Díaz Salas, advirtió hace unos días que existe el peligro latente de un rechazo a los productos agrícolas de la región debido a que son regados con aguas contaminadas.
EN PUNTOS
El Chili nace de la unión de los ríos Sumbay y Blanco, en donde se ubica la represa de Aguada Blanca.
Las aguas del río irrigan 15.000 hectáreas de tierras de cultivo, en donde se producen cebolla y alcachofa de exportación.
En la zona urbana de Arequipa existen otros ocho puntos de contaminación del Chili. Se trata de urbanizaciones sin desagüe.
Los niveles de coliformes fecales en el río han excedido los estándares recomendados por la Ley General de Aguas.
Fuentes:
El Comercio
Labor
El río Chili (PDF)
INRENA