Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta savater. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta savater. Mostrar todas las entradas

14 de agosto de 2017

Fernando Savater: "La educación debe formar ciudadanos, no empleados"

Anda lejos Fernando Savater de las posiciones extremas y pesimistas. Nunca las ha tenido, mucho menos ahora que toca poner manos a la obra, al menos en lo que a educación respecta. Humanista a contrarreloj –se reparte entre las columnas de prensa, el ensayo y la docencia- , Fernando Savater ha intentado rescatar tanto en sus libros como intervenciones públicas el sentido original de la palabra ciudadanía. Todo cuanto hacemos comporta un quehacer político, dice. Por eso, la importancia de la educación: porque transmite y completa ese marco. "Educar para formar ciudadanos significa también formar gobernantes. Todos los ciudadanos son gobernantes aunque deleguen en sus representantes ese poder de gobernar", asegura el filósofo y escritor vasco.


Justo esta semana (noviembre de 2016) cuando el congreso votó a favor de la paralización de la Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (Lomce), se inicia el largo viacrucis para conseguir un pacto general entre todas las fuerzas políticas sobre esta materia. ¿Están dispuestos a alcanzarlo y sostenerlo? Más allá sobre si son o no capaces, Savater prefiere volcarse en la idea de que están obligados a hacerlo. "Ningún chico o chica que haya nacido y comenzado a estudiar en democracia ha logrado empezar y acabar sus estudios con el mismo plan educativo", alude Savater para ilustrar el uso de la educación como arma arrojadiza: de populares contra socialistas; padres contra profesores; alumnos contra docentes… De ahí que, a juicio de Savater, la huelga de los deberes sea un absoluto “disparate”.

Vinculado siempre a la vida pública, el filósofo escritor, periodista, profesor universitario y demás frentes intelectuales, Savater tiene una obra de más de 40 libros. Conocido por sus duras críticas contra el nacionalismo vasco y su compromiso con determinadas causas públicas –formó parte de UPyD y apoyó a Ciudadanos en las elecciones vascas- la escritura de Savater significó un punto de inflexión tanto en los lectores inexpertos como veteranos; Ética para Amador y Política para Amador dan fe de ello. Sencillo y directo, Savater conversa con Vozpópuli sobre un tema que ya levanta polémica en la legislatura que comienza: la educación.

-Avanzar en un pacto por la educación. Ujum. La LOMCE ha sufrido esta semana su primer revés en el Congreso. Y piensa quien ve esto: ¿una ley más?
-El primer problema que ha tenido España con la educación es la sucesión de leyes. Cada vez que llegaba un gobierno al poder, se promulgaba y aprobaba una ley distinta. Ningún chico o chica que haya nacido y comenzado a estudiar en democracia ha logrado empezar y acabar sus estudios con el mismo plan educativo. Esa sucesión de planes, que se han solapado unos sobre otros, no es buena porque justamente lo que necesita la educación es estabilidad.

-Entonces, ¿esto se perpetúa o promete resultados?
-Ese pacto es necesario.  Quienes abogan por tal cosa intentan un mínimo común denominador. Pero uno que fuese respetado y compartido por partidos políticos, educadores, pedagogos, padres de familia, sindicatos. Establecer con todos ellos un punto de acuerdo, dejarlo al margen de los vaivenes políticos, dotarlos de un presupuesto suficiente y dar una cierta estabilidad. Eso es lo que no se ha conseguido y que sería bueno conseguir.

- ¿De quién es la mayor cuota de responsabilidad? ¿De la administración pública, las fuerzas políticas? ¿Hasta qué punto los padres, que ahora riñen por los deberes, han sido pasivos?
-La responsabilidad es de todos. Porque en lugar de abordarla como una preocupación pública, la educación se ha convertido en una especie de arma arrojadiza. Por eso no se ha llegado a acuerdos en casi ningún tema. Le damos una importancia retórica a la educación, pero luego no se concreta en un acuerdo o en la una capacidad real de llegar a un acuerdo y mantenerlo. La educación se utiliza hace ya mucho como un elemento para hostigar a otros, por ejemplo, en el caso de la cruzada de los padres con el tema de los deberes, que usted menciona, es una forma de enfrentarse con profesores.

-Pero si el  rendimiento escolar ya es bajo, sin deberes y por tanto sin refuerzos, podría ser mucho peor. ¿No?
-Los deberes han de ser racionales: no una carga abrumadora ni disparatada. Unos deberes que permitan que haya continuidad entre la escuela y el hogar, y no exista un divorcio. Que los deberes para completar en casa permitan a los alumnos seguir adelantando el trabajo de la escuela. No tiene sentido una separación entre lo que se hace la escuela y la casa, justamente para evitar que el niño olvide lo que ha aprendido a lo largo del día. Por eso creo que la postura de los padres de convocar una huelga de deberes es un absoluto disparate.

-Hay énfasis y apasionamiento en todos estos debates, pero falta conocimiento técnico. ¿La educación está condenada a ser objeto de una discusión catastrofista?
-Lo realmente importante es que quienes participen en las discusiones para una reforma educativa sean realmente quienes sepan de esa cuestión. Que tengan alguna vinculación con la educación, que tengan un trato con sus instituciones y cuál es la dinámica interna de los proyectos educativos. Hasta ahora, quienes han participado en la redacción de las leyes educativas desconocen su naturaleza técnica. Los que están en el parlamento lo único que de verdad saben de educación es un hecho: todo cuanto hagan en esa materia debe ser para contradecir a su oponente. Eso, claro, no ayuda. Las personas que participan en los debates técnicos, en lugar de tener preparación, han caído en manos de la retórica.

Lea el artículo completo en:

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0