¿Cómo es posible que las dos especies de felinos más grandes del continente americano, el jaguar y el puma, convivan en los mismos hábitats?
"Eso no encaja con lo que uno esperaría teniendo en cuenta que las dos son especies muy agresivas que además tienden a segregarse cuando tienen hábitats y ecologías similares. Queremos saber por qué no encontramos lo que en teoría se esperaría", dijo a BBC Mundo Francisco Palomares, experto del Departamento de Conservación de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla, España, uno de los principales centros de estudio del lince ibérico.
Palomares y sus colegas, en colaboración con científicos en diferentes países de América Latina, están buscando resolver el enigma utilizando técnicas pioneras de análisis genético de excrementos desarrolladas en el pasado para el estudio del lince ibérico. Estas técnicas permiten ahora la evaluación de pumas y jaguares, especies elusivas y normalmente difíciles de estudiar.
Análisis genético
Los muestreos de materias fecales se están realizando, entre otros sitios, en varios puntos de la selva maya en la península de Yucatán y en Chiapas en la selva El Ocote, en México. En Brasil se está trabajando en el Pantanal y también en el estado de Sao Paulo y la zona del río Araguaia, donde hay una población importante de pumas. "En Bolivia, estamos intentado trabajar en el Pantanal boliviano, cerca de la frontera con Brasil". El proyecto se encuentra en Argentina y espera extenderse a Colombia.
"Se ha progresado mucho en el último año y con el análisis genético de excrementos podemos no solamente conocer la especie, sino saber si el individuo era jaguar o puma, e incluso qué individuo en concreto, si era fulanito o menganita"
Francisco Palomares
Las técnicas de análisis genético permiten evaluar especies que habitualmente son muy difíciles de estudiar, porque se mueven por superficies muy amplias, no viven en grupos, andan por hábitats forestales y además son nocturnas.
"Estamos haciendo un estudio a gran escala, utilizando técnicas no invasivas. Se ha progresado mucho en el último año y con el análisis genético de excrementos podemos no solamente conocer la especie, sino saber si el individuo que ha defecado era macho o hembra, si era jaguar o puma, e incluso qué individuo en concreto, si era fulanito o menganita", explicó Palomares a BBC Mundo.
Las técnicas de análisis genético de excrementos comenzaron a utilizarse a finales de los 90 en España para estudiar el lince ibérico, pero "para cada especie hay que desarrollar marcadores específicos y sólo ahora en los últimos años la hemos puesto a punto para varios felinos americanos, y en concreto para jaguares y pumas".
Los carnívoros suelen utilizar marcas fecales para comunicarse entre ellos, "puede ser orina o excrementos o arañazos con las patas delanteras porque tienen glándulas interdigitales con una sustancia que también puede dejar marcas". Comunican por ejemplo quién es el propietario de un territorio, o qué animal está viviendo en una zona.
"Es como si le dijera a otro individuo, 'mira, aquí no entres porque éste es el lugar donde cazo y donde vivo' y también puede comunicar si la hembra está receptiva, o sea, si está en celo o no", señaló Palomares.
Tamaño
Uno de los aspectos que hace aún más complejo el estudio de la convivencia entre jaguares y pumas es que las dos especies varían mucho de tamaño corporal, según el experto español.
"Normalmente la dominancia en felinos va determinada por el tamaño, las especies más grandes son capaces de dominar, destrozar o matar a otras especies".
"En este caso, ambas especies tienen variaciones importantes. Los jaguares son más grandes en Ecuador, pero son más pequeños hacia los extremos de la distribución, por ejemplo en México son muy pequeños, una hembra puede tener 35, 40 kilos mientras que el Pantanal de Brasil pueden pesar más de 100 kilos. Y con los pumas es al contrario, suelen ser más grandes hacia los polos, tanto en América del Norte, como en América del Sur, y más pequeños hacia el Ecuador".
Palomares explicó que también existe un diformismo sexual importante, es decir, los machos suelen ser 20, 25% más grandes que la hembras, con lo cual podría haber escenarios donde se encuentra un macho de jaguar más grande que cualquier puma, pero un macho de puma puede ser más grande que una hembra de jaguar, complicando aún más el estudio de las interacciones entre ambas especies.
Hipótesis
Jaguares y pumas pueden vivir tanto en selvas como en zonas abiertas de desiertos, la Pampa y Pantanal y cazan las mismas presas, todo tipo de mamíferos, desde pecaríes, capybarás, ganado, guanacos, armadillos, coatíes, entre 20 y 30 especies distintas.
Sus hábitos también son similares, viven de forma solitaria, normalmente los machos están por un lado, las hembras por otro, se juntan para aparearse y las hembras viven con los cachorros hasta que alcanzan la edad suficiente para dejar el territorio materno y marcharse.
Los expertos manejan diferentes hipótesis para explicar la convivencia de ambas especies. Primero, la de que el jaguar domina sobre el puma porque es mas grande, es decir, que la abundancia de pumas esté condicionada por la abundancia de jaguares.
"Pero como son animales que varían en tamaño corporal, consideramos que en algunos casos en áreas que tienen menor calidad, como los pumas son un poco más generalistas que los jaguares y se adaptan mejor, allí podríamos encontrar jaguares machos en dispersión, pero habría poblaciones saludables de machos y hembras reproductores de pumas".
"En otros casos, si hay poblaciones saludables de jaguares en reproducción podría encontrarse machos de pumas en dispersión, o en peor condición física porque estarían en zonas de mayor riesgo".
El estudio podría tener importantes implicaciones desde el punto de vista de la conservación.
"Nos podría enseñar por ejemplo si ciertos lugares que estamos seleccionando como áreas potencialmente de conservación lo son en realidad, porque puede haber una área donde se está haciendo mucho esfuerzo de conservación, pero solamente hay machos de jaguar, porque el hábitat no es de suficiente calidad".
"O un lugar donde las poblaciones están desde el punto de vista de su salud muy estresadas y por eso no se van a reproducir o desarrollarán patologías".
El proyecto, financiado en parte por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de España, se prolongará en un principio durante tres años.
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