Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta marconi. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta marconi. Mostrar todas las entradas

3 de junio de 2019

El primer hacker de la comunicación... apareció en 1903

Nevil Maskelyne vs Marconi: un hacker en 1903

En 1900, cinco años después de estrenada la primera película de la historia, un mago británico fue un poco más lejos que los hermanos Lumière.

Grabó por primera vez un eclipse solar.

El Instituto del Filme Británico (BFI en inglés) ha restaurado en resolución 4K la filmación, hasta entonces conservada en los archivos de la Real Sociedad Astronómica en Reino Unido.

El video ya está disponible en la plataforma YouTube, dura poco más de un minuto y capta con asombrosa nitidez el fenómeno astronómico en movimiento.



"Esta es una historia sobre magia; magia, arte, ciencia, cine y los límites difusos entre los mismos," declaró Bryony Dixon, curadora de cine silente de la BFI.

Pero si había entonces alguien capaz de aunar dichas ramas en una, ese era Nevil Maskelyne, el mago británico que filmó el eclipse con la idea de incorporar novedades en su espectáculo.

Las imágenes fueron tomadas durante una expedición con la Asociación Astrónomica Británica en el estado estadounidense de Carolina del Norte en 1900.

Un mago revolucionario 

Ya en 1898 Maskelyne había viajado a la India para fotografiar el mismo fenómeno. La primera parte del viaje fue un éxito, pero no así la segunda. La cinta que contenía las imágenes fue robada en el viaje de vuelta a casa.

Para captar el eclipse, Maskelyne utilizó un adaptador telescópico en su cámara para captar con la máxima resolución posible algo que de lo que se desconocen precedentes.

El ilusionismo y la innovación le venían por tradición familiar. Su padre también fue mago e inventor científico

Maskelyne, como tantos otros magos durante la época victoriana, compartió su profesión con un profundo interés por la tecnología y el cine, una industria que entonces daba sus primeros pasos como fenómeno de entretenimiento universal.

Apasionado por la astronomía, se hizo miembro de la Real Sociedad Astronómica para poder demostrar que la cinematografía podía usarse en pos del desarrollo científico.

El primer hacker de la historia
 
Las hazañas de Maskelyne no se limitaron a la filmación del eclipse, que según la Real Sociedad Astronómica es el único documento fílmico suyo que ha sobrevivido al paso del tiempo.

En 1903 demostró sus habilidades para interceptar mensajes antes de que estos completaran su viaje desde el emisor al destinatario.

Durante una clase en el Real Instituto de Londres, el científico John Ambrose Fleming intentaba demostrar lo segura y efectiva que era la nueva forma de comunicación desarrollada por el italiano Guillermo Marconi, quien ganaría el Premio Nobel de Física en 1909. En concreto, se trataba de la transmisión de mensajes en código morse del nuevo telégrafo inalámbrico.

Por entonces, la Eastern Telegraph Company había apostado fuerte por la instalación de cables de transmisión y ante la amenaza a su negocio, encargó a Maskelyne la tarea de burlar la seguridad del nuevo invento de Marconi. Para ello, el mago solo necesitó construir una antena de 50 metros para realizar el primer hackeo de la historia.

Lo que recibiría Ambrose Fleming en su salón de clases durante su demostración no fue el mensaje esperado: "ratas, ratas, ratas", así firmó Maskelyne su burla y su intromisión en el sistema de seguridad del invento.

Lea el artículo completo en BBC Mundo

29 de mayo de 2016

El mago que humilló a Marconi (y el nacimiento de la piratería)


La estación de Marconi en Poldu, Cornualles, a finales de 1901. 
 
Atardecía en Cornualles, la esquina suroccidental de la isla británica, ese día de junio de 1903. El renombrado ingeniero, inventor y empresario signor Guglielmo Marconi sabía que sus señales viajaban mejor cuando se ocultaba el Sol.

Lo había comprobado gracias a sus intentos de enviar mensajes transatlánticos inalámbricos desde ese lugar, su estación en Poldhu, hasta isla Terranova, que hoy es parte de Canadá, que estaba precisamente al frente aunque mucho más allá del horizonte.

Lo había logrado, aseguraba, pero había escépticos.

Se preparaba para dar una función pública que le serviría, como le habían servido otras anteriores, para acallar dudas, cimentar su reputación y hasta maravillar a los curiosos.

Iba a demostrar que sus mensajes no sólo viajaban largas distancias, sino que podía "sintonizar sus instrumentos para que ningún otro que no esté sintonizado de la misma manera pueda interferir con mis mensajes", como le había dicho al diario St James Gazette.

A unos 500 kilómetros de distancia

En el famoso auditorio de la prestigiosa Real Institución de Gran Bretaña en Lond
res, un distinguido público se había reunido para presenciar la gran hazaña: la recepción de un mensaje enviado por Marconi desde la estación en Poldhu.

El físico e ingeniero eléctrico británico John Ambrose Fleming, considerado como uno de los padres de la electrónica, era el presentador y estaba casi listo para iniciar el evento.

Gracias a su magnífica reputación, la sola presencia de Fleming le daba un manto de credibilidad a la ocasión. No por nada, Marconi lo había reclutado como asesor científico de su firma desde 1899.
Cuando Fleming terminó de ajustar el aparato con el que demostrarían la nueva maravilla tecnológica, se hizo un expectante silencio en la sala.

De pronto, se empezaron a escuchar unos golpeteos.

Tap, tap, tap

Fleming no se percató de nada, pues no sabía descifrar código morse y tampoco oía muy bien.


Pero su asistente, Arthur Blok, sí, y le extraño notar que se trataba de la misma palabra repetida. Más aún, que la palabra era "rats" (ratas: expresión de desilusión y disgusto).

El artículo completo en:

BBC Ciencia
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0