El Gran Cañón del Colorado está en el estado de Arizona.| R. Flowers.
El origen del Gran Cañón, una atracción natural que cada año visitan cinco millones de personas, sigue suscitando debate entre los científicos. Hasta ahora se pensaba que la mayor parte de esta extensa garganta esculpida por el río Colorado se había sido formado hace entre cinco y seis millones de años. Sin embargo, recientemente se habían publicado otras investigaciones que adelantaban su formación, situándola hace alrededor de 17 millones de años.
El nuevo estudio publicado en 'Science' va mucho más allá y sostiene que fue hace 70 millones de años cuando empezó a originarse el cañón, que la Unesco declaró en 1979 Patrimonio de la Humanidad.
"Nuestra investigación sugiere que al menos la parte occidental del Gran Cañón tiene una antigüedad de 70 millones de años, y no de cinco o seis millones, como sostiene la opinión dominante", afirma a ELMUNDO.es Rebecca Flowers, investigadora de la Universidad de Colorado Boulder y autora principal de este artículo. Lo más probable, en su opinión, es que no se formara todo el cañón a la vez.
Los paleontólogos creen que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, por lo que estas gigantescas criaturas podrían haber formado parte de este paisaje, aunque en este artículo no se hacen referencias a esta cuestión.
Apatita
Para Flowers, desde un punto de vista geológico, "la existencia del Gran Cañón suscita numerosas preguntas, como "por qué los ríos originan cañones o cómo los paisajes y los sistemas fluviales evolucionan a lo largo del tiempo".Para obtener estos resultados Flowers y Kenneth Farley utilizaron una técnica denominada termocronometría (4He/3He thermochronometry, en inglés), que les permitió analizar muestras del mineral apatita recogidas en el Gran Cañón oriental y occidental.
En concreto analizaron pequeños fragmentos de este mineral. Según explica la investigadora, los átomos de helio quedan atrapados en los granos de mineral a medida que se enfrían y se desplazan hacia la superficie durante el proceso de formación del cañón. Las variaciones de temperatura en los niveles poco profundos que hay por debajo de la superficie terrestre están influidas por la topografía. Así, la historia termal registrada en los granos de apatita permitió a los investigadores calcular cuánto tiempo ha pasado desde que se produjo la excavación natural del terreno en el Gran Cañón. "En otras palabras, las rocas se enfrían a medida que se aproximan a la superficie terrestre debido a los procesos de erosión, y nuestros datos muestran los registros sobre cómo se produjo este enfriamiento", resume Flowers, que comenzó a investigar en este parque nacional en 2005.
"Averiguar no sólo cuánto helio hay en los granos, sino también cómo se distribuye, nos proporciona información adicional sobre la historia termal y el proceso de tallado del cañón", añade.
Intensa erosión
El río Colorado que ha tallado esta joya de la naturaleza recorre siete estados en EEUU. El Gran Cañón crea una barrera que divide el parque nacional en dos extremos, el norte y el sur. La mayor parte de los visitantes llega al extremo sur, pues es el más accesible. El acceso al extremo norte es más complejo y suele permanecer cerrado durante los meses de invierno debido a la nieve.
Vista del río Colorado en la zona occidental del Gran Cañón. | Rebecca Flowers
Las dificultades para establecer la antigüedad del Gran Cañón han propiciado que proliferen diferentes cifras y teorías sobre su formación, que a su vez han animado a los investigadores a redoblar sus esfuerzos en los últimos años para esclarecer su origen aprovechando las nuevas técnicas disponibles, que les permiten datar las rocas de una manera que no era posible anteriormente.
Rebecca Flowers es consciente de que su nueva datación también generará controversia: "Espero que nuestro estudio sirva para motivar a otros científicos a descifra los misterios del Gran Cañón", asegura.
Fuente:
El Mundo Ciencia