Y es que no importa que una sustancia esté prohibida en aras de controlar los usos recreativos de la misma: el ser humano siempre buscará la forma de embriagarse de otro modo. Por ejemplo, esnifando las sustancias volátiles qude los rotuladores a fin de provocar un efecto psicoactivo o un estado de alteración mental. Pero ¿es realmente así? Si abrimos una caja de rotuladores del colegio, ¿podemos colocarnos con el rojo, el verde o el amarillo?
Pues lo cierto es que sí. Y, junto al alcohol, es una de las drogas más consumidas por los adolescentes. Y no sólo rotuladores, sino otra serie de productos que pueden adquirirse legalmente en una tienda, como líquido para encendedores, disolvente, betún para los zapatos, o incluso desodorante. Tal y como explica Ken Jennings en su libro Manual para padres quisquillosos:
En efecto, son más habituales que los cigarrillos entre los alumnos de doce y trece años, según un informe de 2010, y cinco veces más comunes que el hachís. Y es una lástima, porque inhalar sustancias puede conducir a numerosos problemas de salud: depresión, lesiones en órganos, embolias e incluso la muerte. Los que lo hacen por primera vez no están exentos de sufrir una forma poco habitual pero potencialmente letal de parada cardíaca conocida como “síndrome de la muerte súbita por inhalación”.Dependiendo de la marca, en un rotulador escolar podemos encontrar sustancias como acetona, butanol, cresoles, tolueno y xileno. Son especialmente eficaces los rotuladores permanentes. Si en un rotulador pone que es “no tóxico” significa que no lo es en tanto en cuanto lo uséis para dibujar, no para inhalarlo.
Fuente:
Xakata Ciencia