Las aulas conocerán el nivel de cada alumno; los médicos consultarán rutinariamente el ADN del paciente.
IBM ha lanzado su ya tradicional Five to Five,
las cinco predicciones que ocurrirán en nuestro entorno en los próximos
cinco años, es decir, hasta 2018. Si el pasado año pronosticaba
ordenadores capaces de oír y oler y papilas gustativas digitales, para
los cinco años pronostica que no serán los estudiantes lo que aprendan
en las aulas sino las aulas las que aprenderán de los estudiantes para
aplicar la enseñanza a medida en cada momento. Es la octava edición de
esta clásica publicación del gigante azul que ha sabido, en general,
acertar con sus visiones.
Aulas contra la cara de palo. Se acabó engañar al profesor diciendo que lo has entendido o poniendo esa cara de palo polivalente. El pupitre, las paredes, la pizarra captarán que estabas en babia o que no has entendido nada del teorema de Pitágoras. Y que el de al lado, sí que lo ha cogido.Se acaba la misma clase para todos. Será individualizada. "La rápida digitalización de las instituciones educativas permitirá la instrumentación sin precedentes del proceso de aprendizaje. La computación cognitiva ayudará a calcular cómo cada alumno aprende para crear un sistema flexible que se adapte continuamente al alumno y así ajustar las clases a ese estudiante y comprobar su respuesta".
Adiós al "diga 33". Los doctores no llevarán en el bolsillo el estetoscopio, sino el ADN del paciente. No es ficción, de hecho ya por 99 dólares y una semana de tiempo se puede realizar, como ha demostrado la empresa 23andMe, entre otras. Luego los doctores deberán interpretar los eslabones débiles de la cadena del paciente. "Hoy en día, las pruebas de ADN para ayudar a tomar decisiones de tratamiento son todavía escasas", dice IBM. "Pero la tecnología hará de esta prueba la corriente principal de tratamiento. Se hará más rápido, más barato y con mucha más frecuencia. Además de las pruebas de ADN para algunos tipos de cáncer, habrá opciones de tratamiento personalizado para la apoplejía o enfermedades cardíacas".
Poli de mensajería. Se acaberá el hackeo de cuentas personales, y la pérdida y olvido de contraseñas y claves dejarán de ser un tormento. Habrá un policía personal online que detectará cualquier actuación extraña. Ya hay algo de esto. Algunos usuarios de Google quizás ya han advertido que, cuando viajan a un pais no habitual, reciben un mensaje sobre la entrada en su Gmail personal desde un sitio al que no está acostumbrado. Y deben, entonces, confirmar contraseñas. Es un primer paso de la buena aplicación del conocimiento (y datos sobre privacidad) que tienen estos grandes sobre los actos de sus clientes. "Este tutor", dice IBM, "velará, aprenderá y responderá en función de su contexto y del comportamiento del usuario en sus diferentes dispositivos. Tendrá la capacidad de asimilar grandes cantidades de datos y sacará deducciones de lo que es la actividad normal o razonable y lo que no lo es. Luego intervendrá en nombre del usuario -con su permiso- para impedir el uso fraudulento". Recientemente, el que suscribe recibió una comunicación de Google de si era cierto que quería abrir mi cuenta desde Bulgaria. Al contestar que no, Google lo bloqueó.
La ciudad a mi gusto. El tema de la ciudad
inteligente es recurrente, pero lo cierto es que se avanza. Ya hay
farolas que se encienden cuando se acerca un transeúnte o papeleras con
sensores que avisan cuando están llenas. El smartphone será el
instrumento básico para moverse por la ciudad. "Las personas pueden
tener con él información sobre todo lo que está pasando", dice IBM.
"Debido a que el sistema cognoscitivo ha interactuado con los ciudadanos
de forma continua, sabe lo que les gusta y puede presentar opciones más
adecuadas". Lo que les gusta y sus costumbres; por ejemplo, prevé los
atascos en función del día, la lluvia, la hora y los hábitos de las
personas. El smartphone avisará de que se salga de casa diez minutos antes en función de esos parámetros.
Vuelve la tienda de barrio. Nada desaparece, pero todo cambia, la tienda de la esquina, también. Volveremos a ella, pero conectada a internet y a nuestro móvil. Así conoceremos las ofertas del día y la tienda, nuestros gustos. "En el futuro, los minoristas aumentarán los niveles de participación y personalización en la compra. Será la fusión de lo mejor de la tienda física: el tocar y llevarse el producto, con la riqueza de información (ofertas instantáneas, gustos del comprador) de las compras por internet.
En 2006, primera edición lanzada por IBM, predijo que en cinco años, es decir, en 2011, el desarrollo de la telemedicina, la geolocalización en los móviles, la traducción simultánea por reconocimiento de voz, el empuje de la nanotecnología y la implantación de tecnologías 3D. Todo ello, en mayor o menor grado, es una realidad, aunque sobresale la implantación de tecnologías ligadas a los smartphones, como geolocalización y traductores por voz.
Aulas contra la cara de palo. Se acabó engañar al profesor diciendo que lo has entendido o poniendo esa cara de palo polivalente. El pupitre, las paredes, la pizarra captarán que estabas en babia o que no has entendido nada del teorema de Pitágoras. Y que el de al lado, sí que lo ha cogido.Se acaba la misma clase para todos. Será individualizada. "La rápida digitalización de las instituciones educativas permitirá la instrumentación sin precedentes del proceso de aprendizaje. La computación cognitiva ayudará a calcular cómo cada alumno aprende para crear un sistema flexible que se adapte continuamente al alumno y así ajustar las clases a ese estudiante y comprobar su respuesta".
Adiós al "diga 33". Los doctores no llevarán en el bolsillo el estetoscopio, sino el ADN del paciente. No es ficción, de hecho ya por 99 dólares y una semana de tiempo se puede realizar, como ha demostrado la empresa 23andMe, entre otras. Luego los doctores deberán interpretar los eslabones débiles de la cadena del paciente. "Hoy en día, las pruebas de ADN para ayudar a tomar decisiones de tratamiento son todavía escasas", dice IBM. "Pero la tecnología hará de esta prueba la corriente principal de tratamiento. Se hará más rápido, más barato y con mucha más frecuencia. Además de las pruebas de ADN para algunos tipos de cáncer, habrá opciones de tratamiento personalizado para la apoplejía o enfermedades cardíacas".
Poli de mensajería. Se acaberá el hackeo de cuentas personales, y la pérdida y olvido de contraseñas y claves dejarán de ser un tormento. Habrá un policía personal online que detectará cualquier actuación extraña. Ya hay algo de esto. Algunos usuarios de Google quizás ya han advertido que, cuando viajan a un pais no habitual, reciben un mensaje sobre la entrada en su Gmail personal desde un sitio al que no está acostumbrado. Y deben, entonces, confirmar contraseñas. Es un primer paso de la buena aplicación del conocimiento (y datos sobre privacidad) que tienen estos grandes sobre los actos de sus clientes. "Este tutor", dice IBM, "velará, aprenderá y responderá en función de su contexto y del comportamiento del usuario en sus diferentes dispositivos. Tendrá la capacidad de asimilar grandes cantidades de datos y sacará deducciones de lo que es la actividad normal o razonable y lo que no lo es. Luego intervendrá en nombre del usuario -con su permiso- para impedir el uso fraudulento". Recientemente, el que suscribe recibió una comunicación de Google de si era cierto que quería abrir mi cuenta desde Bulgaria. Al contestar que no, Google lo bloqueó.
Hoy en día, las pruebas de ADN para ayudar a tomar decisiones de tratamiento son todavía escasas, pero la tecnología hará de esta prueba la corriente principal de tratamiento. Se hará más rápido, más barato y con mucha más frecuencia
Vuelve la tienda de barrio. Nada desaparece, pero todo cambia, la tienda de la esquina, también. Volveremos a ella, pero conectada a internet y a nuestro móvil. Así conoceremos las ofertas del día y la tienda, nuestros gustos. "En el futuro, los minoristas aumentarán los niveles de participación y personalización en la compra. Será la fusión de lo mejor de la tienda física: el tocar y llevarse el producto, con la riqueza de información (ofertas instantáneas, gustos del comprador) de las compras por internet.
En 2006, primera edición lanzada por IBM, predijo que en cinco años, es decir, en 2011, el desarrollo de la telemedicina, la geolocalización en los móviles, la traducción simultánea por reconocimiento de voz, el empuje de la nanotecnología y la implantación de tecnologías 3D. Todo ello, en mayor o menor grado, es una realidad, aunque sobresale la implantación de tecnologías ligadas a los smartphones, como geolocalización y traductores por voz.
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