Buscando reducir la factura de la luz, cada vez hay más intentos por
lograr un menor consumo de energía en nuestras casas. Uno de esos
intentos son las bombillas de bajo consumo. Pero, ¿es posible crear una
bombilla cuyo consumo sea nulo? Pues parece que sí y el proceso es tan
sencillo que lo podemos hacer en nuestra propia casa.
Lo ha publicado la empresa coreana de diseño Hobbydesign,
y se trata más bien de un trabajo manual artesanal que de un proceso
técnico altamente complejo. Solo hace falta yeso, silicona y pigmento
fotoluminiscente.
Lo primero es fabricar un molde de yeso de una
bombilla normal. Este es el mismo proceso que se utiliza para hacer
piezas de plástico: se introduce la bombilla en una cajita llena de yeso
fresco y se deja secar. Cuando se endurece, se parte el yeso por la
mitad y se saca la bombilla (previamente tratada para no quedar adherida
al yeso). El resultado es que la forma de la bombilla queda en hueco.
Ese
hueco se rellena con una mezcla de silicona y pigmento fotoluminiscente
(se puede comprar en internet o en tiendas de pinturas especializadas).
A continuación, se debe dejar secar y al separar el molde se extrae la
nueva bombilla, que será de textura gomosa y color blanquecino.
No se calienta
Esta
bombilla de silicona emitirá una suave luz verdosa en la oscuridad, sin
necesidad de electricidad ni ninguna otra fuente de energía. Esto tiene
sus ventajas y, claro, sus inconvenientes.
Por un lado, no se
calienta, por lo que se puede colocar en cualquier superficie, como tela
o papel, sin riesgo a que la queme y se produzca un accidente. Por
otro, su potencia lumínica es limitada, sirviendo sobre todo para
funciones decorativas y no tanto de iluminación principal.
Limitaciones
aparte, este ingenio es un buen ejemplo de cómo la imaginación puede
proporcionar nuevos enfoques para problemas diarios que a muchos nunca
se les habrían ocurrido.
En Teknautas ya hemos publicado gadgets similares como la bombilla de los pobres, fabricada a partir de botellas de plástico.
Tomado de:
TekNautas