¿Por qué se nos pega la cortina de la ducha al cuerpo?
Cuando nos duchamos, el plástico de las cortinas de la ducha suele resultar absorbido hacia el interior del plato de ducha o la bañera y se adhiere a nuestro cuerpo. Este molesto fenómeno podría explicarse por la diferencia de presión que aparece
debido a que el aire es más ligero cuando está húmedo o caliente
(dentro de la ducha), y tiende a elevarse, mientras que al otro lado de
la cortina es más frío, seco y pesado, de modo que se desplaza hacia
dentro por la diferencia de presión. Cuanto más elevada sea la
temperatura del agua, más intenso será este fenómeno, sugieren los
científicos.
Por otro lado, David Schmidt, de la Universidad de
Massachusetts (EE UU), obtuvo hace poco un IgNobel –premio a las
investigaciones más absurdas del año- por llegar a la conclusión de que el proceso se explica en parte mediante el denominado efecto Bernoulli,
el mismo que ayuda a entender cómo vuela un avión: cuando un fluido se
acelera (las gotas de agua que lanza la alcachofa de la ducha, en este
caso) la presión cae, y la diferencia de presión frente al exterior
causaría el movimiento de la cortina.